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karla.gomez@eluniversal.com.mx
Antonio Cuevas, quien es administrador de empresas de profesión, decidió emprender por primera vez cuando tenía 20 años de edad. En aquél entonces puso en marcha un restaurante en el cual invirtió alrededor de 200 mil pesos, pero poco tiempo después fracasó.
Al ver que su primer proyecto se esfumó, cambió de giro. Lanzó al mercado un estudio fotográfico, un negocio en el que tuvo que invertir alrededor de 750 mil pesos, que logró reunir mediante un préstamo bancario y sus ahorros.
Sin embargo, el entorno económico del país no lo favoreció. Trabajar y fundar un negocio le ocasionó descuidos en su empresa que lo llevaron, por segunda vez, al fracaso. Sin quitar el dedo del renglón, a los 30 años lo intentó por tercera vez, pero nuevamente fracasó.
Casos como el de Antonio suceden muy seguido en México. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) consideró que la mala administración es la causante de la corta vida de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) del país.
No obstante, Antonio se aferró a sus sueños y hoy después de tres tropiezos y a sus 36 años de edad, mantiene en operación una inmobiliaria bajo el sello Inovicasa, la cual a su parecer ya superó su momento crítico y tiene tres años en operación.
“Estoy como a un 25% de ganar lo que percibía en mi cúspide como empleado en compañías trasnacionales, estoy muy feliz, brindo 12 empleos directos”, dijo Cuevas.
Fue una decisión difícil renunciar a su antiguo empleo y crear él mismo un negocio.
El testimonio de este empresario es sin duda una historia de perseverancia, y aunque su última carta le costó cerca de 1 millón 500 mil pesos, que logró recaudar con su liquidación, ahorros y un préstamo bancario, el empresario está en busca de un nuevo financiamiento.
Su objetivo es ayudar a las comunidades rurales de su estado para que puedan ampliar su hogar, mediante la solicitud de un préstamo a la Secretaría de Economía (SE) de 5 millones de pesos.
Cuevas mencionó que hay personas que no tienen acceso a un crédito Infonavit, es aquí cuando Inovicasa participará para que las familias puedan ampliar su vivienda con un habitación más y estima brindar préstamos de alrededor de 30 mil pesos por persona.
Dijo que lo más difícil fue recaudar capital para iniciar sus negocios.
Los empresarios mexicanos se enfrentan con muchas trabas para tener acceso al financiamiento.
En 2013, Antopnio Cuevas tiene el objetivo de buscar una certificación ISO para su empresa Inovicasa porque desea ser una firma socialmente responsable.