Cartera

En riesgo, 1.8 mmdd de tomate

08/10/2012 |10:09
Redacción Querétaro
Pendiente este autorVer perfil

El conflicto entre México y Estados Unidos (EU) por las exportaciones mexicanas de tomate a ese país es de suma importancia, ya que es el segundo producto agropecuario de venta al exterior, apenas debajo de la cerveza, por lo tanto se dañaría sensiblemente la actividad económica de ese sector. De acuerdo con la Secretaría de Economía, las ventas mexicanas a Estados Unidos de 1996 a 2011, pasaron de 580 millones de dólares a mil 880 millones de dólares en 2011, lo que refleja el alto grado de competitividad que se tiene. En México, la producción es 2 millones de toneladas aproximadamente, siendo los principales estados productores Sinaloa, con una tercera parte de la producción nacional; seguido por Baja California, Michoacán, San Luis Potosí, Jalisco, Baja California Sur principalmente, de un total de 17 entidades que destinan en conjunto 57 mil hectáreas para su cultivo. Tan sólo en 2010, el país cosechó 2 millones 277 mil toneladas de jitomate con un valor superior a los 14 mil millones de pesos, estimó la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa). A nivel global, el tomate, después de la papa, es la hortaliza más importante en el comercio internacional ya que se siembra en 171 países. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), China es el principal país tomatero en cantidad cosechada como en número de hectáreas sembradas. Le sigue EU, India Turquía y Egipto, mientras que México es el décimo lugar, pero primero en exportación y principal proveedor de la Unión Americana con mil 382 toneladas, siendo el producto más destacado en la relación comercial entre ambos países. Rebanando el problema Francisco de Rosenzweig, subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, precisó que productores del estado de Florida quieren terminar con el Acuerdo de Suspensión de una investigación antidumping que data de 1996 y que fijó al tomate un precio de referencia de 21 centavos por libra. El acuerdo fue renovado en 2002 y 2008, esperando una siguiente revisión ordinaria, la cual debería ocurrir en diciembre de 2012, pero este grupo de productores desde junio pasado buscan adelantar el vencimiento del acuerdo aprovechando la coyuntura electoral en EU, ya que Florida es clave en las elecciones. México espera una revisión del acuerdo y evitar así una crisis en el sector, incluso el presidente Felipe Calderón, ha manifestado en instancias de EU, la Embajada de EU en México y hasta la Casa Blanca, su preocupación pues habría inestabilidad en el mercado, desabasto e incremento en el precio del tomate en ese país. “Este tipo de procedimientos llevan en promedio 270 días y el Departamento de Comercio lo quiere realizar en tan sólo 45 días, por lo tanto, el gobierno de México manifiesta su tajante y contundente oposición, a la adopción de medidas comerciales restrictivas contra el libre comercio, rechazando cualquier medida proteccionista”, aseveró De Rosenzweig. Ésta no sería la primera ocasión en que el vecino del norte aplica medidas proteccionistas en contra de productos mexicanos, se tiene el caso del atún y, el etiquetado de carne de cerdo que ya fueron resueltos a favor de México, sumados a actuales, como mango que sigue en proceso para saber si el de origen mexicano tiene la bacteria de salmonela. La Secretaría de Economía descartó que el problema del tomate sea una forma de presionar para olvidar la entrada de pierna y muslo de pollo bajo dumping proveniente de EU, al cual se le impondrá una cuota compensatoria tan pronto pase la crisis aviar, así como la molestia de productores mexicanos que aseguran no cumple con las normas fitosanitarias la papa importada. Si la resolución es negativa para México, estarían en riesgo alrededor de 2 mil millones de divisas anuales y 350 mil empleos; además, se le aplicaría al tomate mexicano un arancel de hasta 30%. De no ser favorable para México la resolución, México podría solicitar un panel de controversia en el marco del TLCAN e incluso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para decidir que tipo de represalias se aplicarían.