Contrario a lo que nos gustaría pensar a todos, las redes sociales no forman parte de la vida privada de las personas. Al menos no del todo. Para bien o para mal, hoy es un lugar al que cualquiera puede asomarse para conocer un poco de nuestra vida. Y entre todos los curiosos, se encuentran los reclutadores. Ellos van a voltear a ver casi de manera inevitable a tus redes, ya sea aquellas laborales, como LinkedIn o en general, a las que juzguen necesario, ya sea para encontrar al candidato idóneo o para demostrar que uno es apto para cubrir un puesto.
Así, una publicación puede hacer que ese reclutador de el sí para que accedas al trabajo de tus sueños. O puede hacer lo contrario, y no es que ellos estén buscando especialmente alguna publicación que te delate —sólo 21% asegura que revisa las redes sociales de un candidato para encontrar razones para no contratarlo, de acuerdo con un estudio de CarreerBuilder—, sino que las utilizan para corroborar que la persona realmente sea la que está calificada. Seis de 10 empleadores que utilizan las redes están buscando información que confirme que el candidato está cualificado para el puesto, según este mismo estudio. Sin embargo, si en el camino se encuentran algo que les resulte desagradable, pueden también ponerte tache.
Que ellos utilicen a las redes sociales como una herramienta importante para reclutar es una tendencia que ha aumentado estrepitosamente —500%, de acuerdo con este mismo ejercicio— durante la última década. 60% de los empleadores revisan sitios en la web para cubrir sus plazas, entre estos, redes sociales. En unas industrias más, en otras menos, pero sucede. Por ejemplo, en tecnologías de la información, 76% lo hace mientras que en servicios profesionales y de negocios sólo 55%.
LinkedIn y Facebook son las plataformas más utilizadas para monitorear a los candidatos, seguida por Twitter y por algún sitio de networking profesional, según la investigación titulada Using social media por talent acquisition, realizada por la Society of Human Resources and Management de Estados Unidos.
Según esta investigación, la razón que se encuentra en el primer lugar de por qué los reclutadores utilizan esta herramienta es la de buscar candidatos pasivos, es decir, aquellos que no buscan trabajo pero que están activos en redes como LinkedIn.
Quizá sea tranquilizador saber que ellos no ingresan en redes sociales con la idea de descartar candidatos y que ellos se encuentran en una permanente búsqueda. ¿Qué pueden hacer los candidatos al respecto? Darles lo que les gusta encontrar. ¿Y qué es eso? Pues no es una sino varias cosas. Entre éstas, la información que se necesita. “Una cosa es tener información útil y otra es tener demasiada, donde hagas que el lector se pierda y ahí es donde es contraproducente poner mucho”, dice Javier Torre, director de Michael Page Monterrey.
La recomendación es que seas muy objetivo y claro con la información y que ésta refleje la experiencia y los objetivos que tienes. Una de las redes que revisan para estos propósitos es LinkedIn, así que es muy necesario que tengas un perfil ahí.
“En esta red tienes que saber vender tu experiencia profesional de una manera muy objetiva y clara para que los reclutadores puedan identificar si puedes ser un candidato viable e interesante”, sostiene el reclutador.
Tu perfil de LinkedIn debe tener fotografía tomada de forma profesional (ya que esto aumenta hasta en 14 veces la posibilidad de que sea visto en comparación de otro que no la tiene); cada campo del perfil lleno —área geográfica, industria, habilidades, etcétera— una descripción de lo que hacías, tus funciones y de los premios que ganaste.
Coherencia
Revisar aquellas redes sociales que no son laborales podría sonar invasivo, pero es una realidad a la que los candidatos se tienen que enfrentar. “Es meterte al tema personal pero tengo que ser sincero y decir que la tendencia en compañías es estar al pendiente de que la persona que tú viste en la entrevista sea coherente con su vida personal”, dice Torre.
No se trata de ser solemne y formal, sino de evitar todas aquellas fotos o publicaciones que puedan comprometerte en situaciones muy relacionadas con la vida privada.
“La recomendación es evitar fotos comprometedoras o bloquear las redes para que otros no tengan acceso. Aunque lo mejor es no mezclar la vida personal con la vida profesional, ahora con las nuevas tendencias eso es muy complicado de hacer”, explica el reclutador.
No es recomendable publicar fotos de desnudos ni bajo el influjo de sustancias, malas palabras o incluso posturas ideológicas o afiliaciones políticas que sean muy extremas, recomienda Arleth Leal, directora asociada de la compañía de recursos humanos, Red Ring.
En este mismo sentido, cabe decir: cuidado con los valores que estás reflejando en tus redes sociales. Éstos hablan de ti, de manera afortunada o desafortunada, y algo en lo que los reclutadores se fijan es que tengas valores y sobre todo, los mismos valores de la empresa.
“Si estamos trabajando con una empresa familiar, muy tradicional, por ejemplo, y te das cuenta que este candidato es completamente opuesto a lo que la compañía busca, será incluso por el bien del candidato el rechazarlo porque el día de mañana no le gustará estar”, asegura el director de Michael Page Monterrey.
Buena ortografía
Sí, los reclutadores se fijan y se fijan mucho en este detalle que para algunos podría ser irrelevante. Varias encuestas hechas a reclutadores arrojan que la mala ortografía y redacción son motivos suficientes para calificar negativamente a un candidato.
De acuerdo con información de The National Résumé Writers Association citada por Bumeran.com, los reclutadores dedican entre seis y 10 segundos y en revisar un currículum y partir de esta información, deciden si llamar o no. Si tiene un error, puedes ir olvidándote de que te consideren. Por desgracia, en una mayoría de casos —ocho de cada 10— se tienen errores en el curriculum.
“En la redacción de la hoja de vida, sobre todo la primera que se escribe, una falla común son los ‘dedazos’, es decir, invertir u omitir letras. Pareciera un descuido sin graves complicaciones, pero no hay que tomar esto a la ligera, señala el portal Bumeran.com en un comunicado sobre este tema.
Si tienes dudas, pregúntale a alguien más o consúltalo con un diccionario. Esto aplica a tu currículum o a tu perfil en LinkedIn, y en general, a la vida diaria.