La inversión en la industria manufacturera en México se frenó este año por la incertidumbre de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el resultado electoral de 2018, entre otros factores, coinciden analistas.
La capacidad de planta utilizada en las manufacturas registró un porcentaje de 82.3% en agosto pasado, según la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM) del Inegi.
Es la proporción más alta desde que hay información comparable, a partir de enero de 2007.
La capacidad industrial en uso permite adelantar el comportamiento de inversión empresarial, porque cuanto más alto es el porcentaje, mayor es la necesidad de nuevas inversiones.
Al respecto, el director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, José Luis de la Cruz, opinó que las nuevas inversiones en el sector se detuvieron, en parte, porque los empresarios especulan sobre el futuro de la relación comercial entre México y Estados Unidos (EU), a raíz de la renegociación del TLCAN.
“En lugar de invertir más, los empresarios aprovechan la capacidad ya instalada, lo que permite entender por qué el porcentaje de planta utilizada llega al máximo”, dijo.
Según el Inegi, la inversión fija bruta en maquinaria y equipo creció la mitad que el año pasado, 4.8% en agosto con relación al mes similar de 2016, que fue de 9.7%.
De la Cruz destacó la falta de inversión en el subsector automotriz, que usó 87.1% de su capacidad instalada en agosto, según el Inegi.
En particular, la fabricación de automóviles y camionetas utilizó 93.3%, lo que representó el mayor porcentaje en los últimos cuatro años, mientras que la producción de motocicletas empleó 94.1%.
Además del TLCAN, el experto destacó la incertidumbre por el proceso electoral de 2018 y la solidez de la economía mexicana, de modo que las inversiones van a seguir siendo modestas en este 2017 y el primer semestre de 2018.
Dijo que el mayor flujo de inversión en manufacturas va a depender del éxito de la renegociación del TLCAN y la implementación de una estrategia de política enfocada a fortalecer el mercado interno.
El economista senior de Banorte, Alejandro Cervantes, coincidió en que la renegociación del TLCAN y las elecciones presidenciales de 2018 propició que algunas empresas frenaran sus inversiones.
Dijo que la política fiscal en EU es otro factor de incertidumbre, debido a que propone reducir significativamente el ISR corporativo en ese país, lo que puede incentivar una mayor inversión en la industria manufacturera estadounidense en detrimento de la mexicana.
Opinó que el porcentaje de la capacidad de planta utilizada señala la necesidad de más inversión, pero puede que su uso continúe en niveles máximos.
“La incertidumbre sobre la reforma fiscal en EU se puede disipar este mes, pero la relacionada con el TLCAN será hasta el primer trimestre de 2018 y la referente a las elecciones hasta julio del siguiente año”, expuso.
Entre enero y agosto de este año, la capacidad manufacturera en uso registró un porcentaje de 81.4%, el más alto desde que hay cifras disponibles.
Según el Inegi, la industria manufacturera representa 18% de la economía, siendo la segunda actividad con mayor participación.