Adiós pavo, regalos, festividades y días libres. Hola enero 2018 y el comienzo de un nuevo ciclo laboral. Estamos en los primeros días del primer mes del año y probablemente a todos nos queda un poco de nostalgia festiva, por lo que regresar a las labores cotidianas cuesta más trabajo.
Enero, en general, es un mes poco productivo y en el que los trabajadores apenas recuperan el ritmo de trabajo que solían tener. Incluso la gente se enferma más en estas fechas. Según una encuesta de Mercer, la tasa de ausencia más grande del año ocurre en enero, debido a que la gente se queja por problemas de espalda, infecciones virales y males relacionados con el estrés.
Otro estudio que también va en este sentido encontró que enero no es un buen periodo en lo que a la conclusión de tareas se refiere. Priceonomics, una empresa de marketing y análisis de datos se dio la tarea de analizar la información de Redbooth, un software de gestión de tareas y proyectos, y encontró que el mes menos productivo era el primero del año, con sólo 7.2% de las tareas anuales acabadas. Mientras, octubre fue el más alto, con 9.5%, seguido por noviembre, con 9%, y septiembre, con 8.8%.
“Es una realidad que baja la productividad y que la curva de arranque genera pérdidas a todos los niveles, en todas las posiciones y en todos los giros”, explica Arleth Leal, directora asociada de Red Ring, una empresa especializada en reclutamiento de talento y recursos humanos.
No por nada en Estados Unidos se suele referirse al primer mes del año de manera coloquial como “January blues” (melancolía de enero), debido a varios factores, como que el clima es frío, la gente puede estar endeudada y que se acabaron las fiestas.
Ahora bien, con toda esta evidencia, ¿Cómo lidiar con el mes? Si eres jefe, necesitas sacudirte las festividades y poner las manos a la obra para que todos regresen de la manera menos tortuosa. Un líder debería ser capaz de transmitir emociones a su equipo, así que necesitas inspirarlos hacia el mismo propósito: Sé entusiasta.
Tú puedes convertirte en uno de los principales motores para que tu equipo recupere el entusiasmo por el trabajo.
“La energía y la atmósfera generada en el lugar de trabajo puede tener un efecto en el equipo, en el desempeño y en la moral de los empleados. Un sentimiento de negatividad tiene la oportunidad de eclipsar la creatividad, de disminuir las nuevas ideas y de distraer la atención de los objetivos de la compañía”, señala la consultoría británica dedicada a implementar incentivos, Corporate Awards, en un documento sobre el tema.
Y ¿cómo generar este entusiasmo? Una buena manera de hacerlo son las reuniones sociales. No se trata de organizar otra fiesta como la de fin de año, sino de hacer que la gente converse y conviva para que se le haga menos pesado.
Así, realizar una reunión de inicio de año puede ser una muy buena manera en la que puedes darles la bienvenida. Si no hubo rosca de reyes, es un buen momento para convocarlos a todos y reunirse para conversar.
Estos primeros días son para recuperar el ritmo y organizar de manera eficaz todo lo que se tiene que hacer. Lo ideal es que antes de haber terminado el año y de salir de vacaciones, se tengan claros cuáles son los pendientes que se tienen que resolver al inicio del siguiente ciclo, porque se pierde tiempo y se genera estrés al volver sin saber por dónde empezar.
Sin embargo, si esto no se planeó con anticipación, es tiempo de dejar que tus colaboradores resuelvan en este sentido.
“Dejen todos los cursos de capacitación y las actividades que no sean realmente importantes hasta las últimas semanas de enero o hasta el siguiente mes para que la gente se oriente en cumplir las responsabilidades directas del puesto”, asegura Arleth.
Paciencia
Es importante que los dueños de empresas y en general, el personal que está a cargo tengan paciencia y estén conscientes de que durante este mes existirá esta curva en la que poco a poco se recuperará la productividad de antes, y que actúen en consecuencia, porque hay un hecho incontrovertible: Que las personas estresadas son más improductivas.
Si no tomas conciencia ni tienes paciencia y de día y de noche les envías correos con una lista interminable de pendientes, esto provocará estrés y muy probablemente obtengas el efecto opuesto a los que deseas. Es normal que las personas no den resultados importantes durante las primeras semanas y hay que asumirlo.
En este sentido, si bien es muy importante delinear los objetivos del año con todo el equipo de trabajo, es recomendable no hacerlo en estas fechas, si no quieres que alguno de tus colaboradores todavía tenga la cabeza en la playa mientras tú hablas de lo que hay que cumplir. En general, no es recomendable hacerlo después de ningún periodo vacacional.
“La gente está concentrada en lo que dejó y en lo principal y no va a estar enfocada en entender ni en cumplir estos objetivos”, explica Arleth. De lo contrario, muy probablemente los colaboradores andarán estresados y con mala actitud con el resto del equipo. “Lo que va a pasar es que la pila que recargó se vaya para abajo”, asegura
la especialista.
Las tareas muy importantes muy probablemente no se concretarán en enero y hay que tenerlo en cuenta para que en fechas posteriores se pueda atender a lo que realmente es esencial.
A la hora de trabajar en equipo, es necesario que también ejerzas ese liderazgo para hacer que éste no sólo retome el ritmo sino que empiece a funcionar mejor ahora que inicia el año.
Un estudio de Google denominado “Proyecto Aristóteles”, el cual buscaba desentrañar qué es lo que hace que un equipo funcione bien encontró que más que aquellos que lo conforman, las normas son más importantes para que funcione bien. Y todas estas normas están orientadas a valorar a tu personal, a generar un ambiente de apertura y a escucharlos, así que ahora que inicia el año es un buen inicio.
Entre las conductas recomendadas para que los equipos funcionen está no interrumpir a los compañeros de equipo mientras estos hablan y demostrar que entre los miembros se han escuchado resumiendo lo que se ha dicho y que todos expresen sus ideas y frustraciones.
Que existan estas conductas dentro de la organización es responsabilidad no de los integrantes de una organización, sino del líder que la comanda, así que es un buen momento para aprovechar el brío que suele traerse con el inicio del año para que los trabajadores sientan que su trabajo es significativo, uno de los puntos más importantes que señala el estudio de Google.
“Las empresas tendrían que entender que es necesario aprovechar las energías positivas que deja un nuevo año para enfocarlo de manera adecuada”, asegura Arleth.
Además también este es un gran momento para implementar dentro de las instalaciones clases de yoga o meditación, por ejemplo, porque estas actividades disminuyen el estrés.
Un estudio titulado Recuperación del estrés laboral: modelo de agobio-desapego como marco integrador (en inglés Recovery from Job stress: The stressor-detachment model as an integrative framework), encontró que las prácticas de relajación y el establecimiento de límites más claros entre trabajo y descanso son dos formas que pueden reducir el estrés y pueden mejorar el bienestar de los empleados.