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En el tercer mes del presente año la percepción de las familias sobre su situación económica y la del país continuó mejorando, aunque con menor fuerza. El índice de confianza del consumidor reportó en marzo un crecimiento anual de 4.81%, tasa inferior al 6.78% alcanzado en febrero.
De acuerdo con los datos más recientes dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la variación mensual de dicho índice al cierre del tercer trimestre fue apenas de 0.11% con base en cifras ajustadas por estacionalidad, menor al 0.90% registrado un mes antes.
El incremento anual de la confianza del consumidor en marzo se explica por los aumentos en cuatro de los cinco rubros que la integran. La percepción sobre cuál será la condición económica del país dentro de 12 meses respecto de la actual situación fue el indicador que registró un retroceso anual de 1%.
En el caso de la serie desestacionalizada, la percepción de cuál será la situación económica de los miembros del hogar dentro de 12 meses, respecto a la actual, fue el rubro que retrocedió 1.17% en referencia al mes inmediato anterior.
En el interior del índice, el componente que mide la situación económica actual de los integrantes del hogar frente a la que tenían 12 meses atrás mostró un alza del 1.89% en marzo, mientras que aquel que evalúa la percepción sobre la situación económica del país hoy en día comparada con la que prevaleció hace un año subió un 2.61%.
El indicador sobre la posibilidad de las familias para efectuar compras de bienes durables avanzó un 2.72%, al tiempo que el rubro que capta las expectativas sobre la condición económica del país dentro de un año subió un 0.18%.
Asimismo, el Inegi informó que el consumo privado en el mercado interno avanzó en enero pasado 3.0% respecto a igual mes de 2014. De acuerdo con cifras desestacionalizadas, la variación mensual registró un incremento de 1.6%, luego de que en diciembre reportara un retroceso de 0.5%.
Por componentes, los gastos en bienes de origen nacional se incrementaron 4.2% real anual, mientras que el realizado en servicios observó un moderado dinamismo de 2.2%.
Los bienes importados, por su parte, redujeron sensiblemente su dinamismo logrando sólo un aumento de 0.98%, contra el 3.6% reportado en diciembre del año pasado, resultado de la fuerte depreciación que registró el peso frente al dólar en los últimos meses del año pasado y lo que va del presente.
Falta solidez
Aun cuando se mantiene con relativo vigor el más importante de los componentes de la demanda agregada, este resultado del consumo privado en el mercado interno sigue sin mostrar la solidez de años previos a 2013, advierte el analista económico de Scotiabank Luis Jaramillo-Mosqueira.
Lo anterior es resultado del aminorado impulso en el sector servicios (el componente con mayor peso dentro del Producto Interno Bruto), señaló.
Con ello, pese a que el deslucido consumo privado muestra por primera vez armonía con el del índice de confianza del consumidor para el mismo mes de referencia, es precisamente esa misma correlación la que no permite prever, cuando menos en el corto plazo, incentivos mayores a los registrados durante 2014 para una mayor fortaleza en la actividad económica agregada, concluyó el especialista.