La generación de empleos para trabajadores de origen mexicano repuntó este año en Estados Unidos, y superan los creados en el propio país, por el mayor dinamismo de la economía más grande del mundo y a pesar de la política antiinmigratoria del gobierno de Donald Trump.
En los primeros ocho meses de 2017, en Estados Unidos generaron 799 mil 379 empleos para trabajadores mexicanos (legales e ilegales).
La cifra es 18.2% superior a las 676 mil 241 plazas creadas en ese mismo periodo en el sector formal de México, de acuerdo con datos de la oficina de censos de Estados Unidos (U.S. Census Bureau).
Los números positivos se dan pese al entorno complejo en Estados Unidos, pues se en la administración del presidente Donald Trump, que tiene una política abiertamente antiinmigrante contra los mexicanos.
El gobierno estadounidense anunció medidas que estimularon el crecimiento de Estados Unidos a una tasa de 3.1% en el segundo trimestre del año (la más alta en dos años) y favoreció el mercado laboral, en particular mexicanos con ciudadanía.
El número de empleos generados para mexicanos con la ciudadanía (hijos nacidos en Estados Unidos de padres mexicanos y mexicanos migrantes legalizados), fue de 729 mil 738 plazas de enero a agosto del presente año, cifra superior a los 52 mil del mismo periodo de 2016.
En cambio, los puestos para trabajadores de origen mexicano sin ciudadanía se desplomaron, al pasar de 267 mil 353 generados el año pasado a 69 mil 641 reportados hasta agosto de 2017, una caída de 74%.
Este cambio radical en la dinámica del mercado laboral en Estados Unidos para los connacionales es producto de la severa política antiinmigrante puesta en marcha por Trump. Los empleadores prefieren contratar más mexicanos con ciudadanía, debido al temor de que su personal que no esté legalmente sea deportado, explicó Alejandro Cervantes, analista económico de Banorte-Ixe.
“Con la política antiinmigratoria aumenta la probabilidad que los trabajadores mexicanos sin ciudadanía sean deportados, y dado que los contratistas buscan la permanencia de un trabajador por un periodo largo, es posible que contraten más a mexicanos con ciudadanía”, agregó.
Otro factor detrás de este fenómeno es que migrantes mexicanos sin ciudadanía, pero con derecho a solicitarla, iniciaron trámites antes de las elecciones presidenciales ante la posibilidad de que Trump ganara.
Mientras que el total de mexicanos migrantes que son ciudadanos estadounidenses reportó un incremento de 8.1% en agosto de 2017 respecto al mismo periodo del año anterior, el número de quienes no son ciudadanos se redujo 3.4%.
A pesar de que la masa migrante mexicana sin ciudadanía en Estados Unidos disminuye, las remesas crecen tanto en número de operaciones como en monto enviado, ante la eventualidad de una deportación.
Usualmente los trabajadores no ciudadanos mandan más remesas que los naturalizados, porque los que cuentan con la ciudadanía tienen vínculos familiares, por lo que envían menos, explicó Cervantes.
Válvula de escape. Desde hace años Estados Unidos se ha convertido en una válvula de escape ante la limitada oferta de trabajos formales bien pagados en México, comentó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico.
El salario promedio anual de mexicanos que trabajaron el año pasado en Estados Unidos fue de 62 dólares diarios (mil 177 pesos), de acuerdo con la Conapo, más de 3.7 veces del salario diario asociado a trabajadores asegurados en el IMSS, que fue de 16.75 dólares en 2016 (318 pesos con tipo de cambio de 18.99 pesos).
El que aumente el empleo de trabajadores mexicanos con ciudadanía en EU muestra que esa economía reconoce la calidad y necesidad de mano de obra nacional, agregó.