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Washington.— Luis Videgaray no se quiere distraer en temas que por el momento no competen a su trabajo como responsable de las finanzas públicas del país.
La implementación oportuna y eficaz de las reformas estructurales, el crecimiento económico y acelerado en México, así como posicionar al país en una base más sólida para enfrentar la actual volatilidad financiera son los principales desafíos que hoy lo tienen ocupado.
Pero justo en este momento de grandes expectativas de la economía nacional, el funcionario reconoce, en entrevista con EL UNIVERSAL, que hay preocupación por el reciente brote de violencia e inseguridad en algunas zonas del país, así como su posible impacto en la economía y en el ánimo de los inversionistas.
Afirma que para evitar que la percepción del país merme, el gobierno federal debe responder a estos actos de manera oportuna, exhaustiva y eficaz, conforme a derecho.
La conversación se desarrolla en las oficinas del Banco Mundial, en Washington, en el marco de su participación en la llamada reunión de otoño de este organismo y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Ahí le espera una agenda intensa que incluye reuniones con funcionarios del FMI, del Banco Mundial, del G20, así como también el reconocimiento que le entregará la revista Euromoney, como Mejor Ministro de Finanzas 2014.
Videgaray Caso asegura que uno de los temas neurales de este encuentro será la normalización de la política monetaria en Estados Unidos, asunto que aún generará periodos de volatilidad en el mundo.
Pero resalta que México está preparado y para enfrentar este entorno tiene a uno de los mejores banqueros centrales del orbe: Agustín Carstens.
Hay varios retos que tenemos que atender. Uno muy importante es la implementación de las reformas. Se logró una agenda de reformas históricas que tienen el potencial y la oportunidad de cambiar la trayectoria del crecimiento económico, de generar empleos y tener un impacto sensible en la economía familiar de la gran mayoría de los mexicanos.
También tenemos retos en las finanzas públicas por el desafío que implica la caída inesperada de la producción petrolera, lo cual es un asunto que tiene un impacto para los ingresos del sector público, pero hemos conformado un paquete económico para 2015 que se adapta a esta situación, sin incurrir en un mayor déficit o sin generar una contracción del gasto público.
Tenemos el reto de acelerar el crecimiento económico y los indicadores muestran cómo la actividad comienza a avanzar más, pero tenemos que seguir con políticas para lograr un mejor dinamismo en el corto plazo, en tanto los beneficios de las reformas se materializan en una expansión sostenible.
Finalmente, tenemos el entorno internacional y la volatilidad que generará lo que será el inevitable incremento en las tasas de interés en Estados Unidos. Actualmente se discute cuándo y cómo ocurrirá, pero no hay discusión de qué va a pasar, y esto para los países emergentes como México representa un reto importante de un manejo sólido macroeconómico y mecanismos de liquidez suficientes que permitan que el ajuste se dé de manera ordenada sin afectar la economía real del país.
Las estimaciones de corto plazo son similares, la diferencia que hay entre la Secretaría de Hacienda (2.7%) y la del FMI (2.5%) para este año es de apenas dos décimas.
La diferencia fundamental hacia los siguientes años es que el Fondo tiene una visión más pesimista del contexto internacional del crecimiento económico y del efecto que esto tendrá en México. Nosotros estimamos que la implementación de las reformas generarán un impulso que va a diferenciar el crecimiento de México con el resto del mundo.
Son pronósticos que están a una larga distancia, que son de 2017, 2018 e incluso 2020 y siempre existe la necesidad de que, conforme se acercan los tiempos, ir precisando las estimaciones, pero la apuesta fundamental del país es que las reformas van a cambiar la trayectoria económica.
Las reformas son una oportunidad y ahora nos toca aprovecharla como país y como gobierno; por eso, es necesario combinarlo con una implementación eficaz a detalle y rápido, ese es el primer elemento; el segundo, es dar énfasis a lo que se ha hecho en los últimos 20 años relativo a la estabilidad macroeconómica.
Los principales factores de riesgo, los eventos abruptos, pueden venir del exterior, por lo tanto México debe estar preparado sobre fundamentos sólidos e instrumentos de liquidez que permitan evitar estos riesgos. Si mantenemos una implementación eficaz de las reformas y seguimos apostando a la estabilidad de un manejo responsable de la macroeconomía estaremos colocándonos es una muy buena posición para materializar estas expectativas.
Todas las monedas del mundo han tenido algo de depreciación frente al dólar, pero es notable que una de las divisas con menos volatilidad es el peso mexicano comparado con otros países emergentes. Esto refleja la mayor fortaleza que tiene la economía mexicana.
Es un hecho que por este ajuste en la política monetaria en Estados Unidos vamos a tener un periodo de volatilidad, lo importante es que no se traduzca en un efecto en la economía real.
La economía está preparada para ello, la Secretaría de Hacienda junto con el Banco de México estamos monitoreando todos los días la liquidez en el mercado cambiario y hasta hoy es muy amplia y funciona bien.
No lo estamos viendo. Es natural que haya algunos ajustes de portafolios, pero creo que lo que hace que los capitales estén en México son los fundamentales y las expectativas de mayor crecimiento a partir de las reformas.
Vemos un interés importante de inversionistas mexicanos y extranjeros y diversos tipos de inversionistas que están por llegar al país. Si seguimos por la ruta de la estabilidad macroeconómica y una buena implementación de las reformas, es probable que el flujo de inversión hacia México sea creciente.
Tenemos a uno de los mejores banqueros centrales del mundo. El prestigio de Agustín Carstens está fuera de toda duda, pero la decisión sobre su continuidad al frente del Banco de México le corresponde, primero, al presidente, que es quien hace la propuesta, y, segundo, al Senado, que es quien lo aprueba. No me corresponde a mí opinar sobre ello, pero mi sentir es que tenemos a uno de los mejores banqueros centrales del mundo.
Es un tema altamente polémico, pero lo que estamos viendo es que luego de que la reforma hacendaria entró en vigor a principios del año, hoy la economía mexicana ya se está recuperando. Más importante que las múltiples especulaciones teóricas que pueden hacerse basadas en distintas consideraciones, que pueden ser objetivas o subjetivas, es lo que estamos observando con la economía, y lo que vemos es claramente una ruta de recuperación.
Cualquier percepción negativa sobre México es una preocupación en términos de atracción de inversiones, pero los hechos de violencia que han ocurrido recientemente, más allá de sus consecuencias en atracción de inversión, son, en sí mismos, hechos absolutamente condenables e inaceptables.
El gobierno está actuando en consecuencia para hacer una búsqueda exhaustiva de los desaparecidos, para restablecer las condiciones de seguridad con una intervención de las fuerzas federales y, a través de la Procuraduría General de la República, para llevar una investigación conforme a la ley y hasta sus últimas consecuencias. Este es un tema que nos debe ocupar a todos los mexicanos.
Mientras la respuesta del gobierno sea oportuna, exhaustiva y eficaz conforme a derecho, que es lo que se está haciendo, no tendrá un efecto significativo sobre la percepción que hay en el país. Lo importante es que se está dando esa respuesta.
Hay calendarios establecidos. A finales de noviembre tendremos una respuesta y el FMI ya nos la comunicará. Nosotros estamos haciendo las gestiones correspondientes y es un proceso que está en marcha.
Es algo bueno para México porque nos da un nivel de protección adicional ante la volatilidad que va ocurrir a partir del ajuste en la política monetaria de Estados Unidos. Es un buen momento para continuar teniendo esta protección adicional.
El proceso de la adquisición de la cobertura petrolera ya comenzó, ya está en marcha. No hacemos comentarios sobre los detalles, pero es un proceso que ya anda. Es algo que México empezó hace más de 10 años y lo hacemos con una ejecución muy eficaz, pero los detalles los daremos a conocer cuando se concrete.
La decisión le corresponde a la Cámara de Diputados. Las posiciones públicas de los distintos partidos son conocidas y confío en que los legisladores harán una aprobación a tiempo y responsable de la Ley de Ingresos y del Presupuesto de Egresos.
Ser secretario de Hacienda es el más alto honor de mi vida, es un privilegio al que le dedico todo mi esfuerzo y todos los días, pero es una decisión que no me compete a mí, sino al presidente.
Yo haré lo que el presidente me instruya hacer. Es un privilegio servir al país y al presidente. Hoy tengo el enorme privilegio de ser secretario de Hacienda y para hacer bien mi trabajo me debo concentrar en ello.