El gobierno federal eliminó a 2.9 millones de familias pobres de su estrategia para la transición a la televisión digital. Notificaciones sin respuesta, personas fallecidas y viviendas que nunca han tenido señal de televisión, fueron los criterios que utilizó el Ejecutivo para llegar al listado de 9.7 millones de hogares que serán beneficiados ante el apagón analógico.

Hasta el momento, no hay un documento oficial que muestre cuántos hogares fueron descartados en cada uno de esos filtros. Tampoco es público el listado final de las familias seleccionadas por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) para recibir el apoyo. Fuera de las oficinas de gobierno no queda claro cómo es que se decidió quién tendría televisión y quién no.

Aún en el gobierno hay diferencias sobre cómo se pasó de un padrón que contaba con 12.6 millones de hogares a un listado final de 9.7 millones. Sedesol y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) afirmaron a este medio que se trató de un trabajo coordinado de selección, pero a principios del año la Secretaría de Hacienda lo atribuyó al recorte presupuestal.

“[Con el ajuste] habrá de disminuirse la meta de entrega de televisiones digitales”, dijo Luis Videgaray en conferencia de prensa el 30 de enero.

El 31 de diciembre de 2015 es la fecha límite para el apagón analógico, pero aún no hay cifras claras sobre cuantos se quedarán sin televisión.

En Monterrey, una ciudad con un PIB per cápita por encima de la media nacional y hábitos de consumo digital muy avanzados, se esperaba una transición muy controlada. Pero con el apagón, “14.3% de la población se quedó sin señal”, dice Ernesto Piedras, director de The Competitive Intelligence Unit (CIU).

Un estado como Chiapas, con un 76% de su población en pobreza y apenas tres televisiones entregadas, la situación puede ser peor.

El gobierno reconoce que no se cubrirá al 90% de los hogares pobres del país, ni siquiera a los que conforman el padrón de beneficiariode Sedesol, sino a un listado más pequeño definido por la dependencia, según lo estipulado en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión.

“Para ser muy específicos, el valor de 9.7 millones no es un padrón, es un listado… [Al padrón] se le quitaron los domicilios no localizados, fallecimientos y personas que no están en la huella. Entonces nos dio 9.7 millones”, explica Vanessa Rubio, subsecretaria de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional de Sedesol.

Universo cambiante. Aunque más de 12 millones de hogares en México viven en pobreza, para el gobierno federal es suficiente, y hasta una hazaña, dotar de televisores digitales a 9.7 millones de familias antes de ejecutar el apagón.

En mayo de 2014, Sedesol entregó un padrón de 12.6 millones de hogares en pobreza y, por tanto, posibles candidatos para recibir uno de los televisores digitales que el gobierno entregaría.

Sin embargo, Javier Lizárraga, coordinador del proyecto de Transición a la Televisión Digital Terrestre (TDT) de la SCT, señala que se eliminaron a 2.9 millones de hogares de escasos recursos, entre ellos, cerca de 900 mil que ni siquiera fueron considerados por vivir en zonas donde no llega la televisión abierta.

“Sería un absurdo entregar un televisor donde nunca van a recibir señal”, dice Lizárraga.

Luego Sedesol descartó a 2 millones más. Se utilizaron seis criterios para esto: cambios de domicilio, direcciones no localizadas, esto ocurrió por lo general con beneficiarios del programa Liconsa; domicilio conocido, cambios en el padrón, domicilios abanados y beneficiarios que ya habían fallecido, explica Vannesa Rubio.

Para el especialista Ernesto Piedras, con los filtros hechos al padrón de Sedesol, la estrategia del ejecutivo parece más “un apagón con diablitos” planeado con “directorios cuchareados” y que, fuera del gobierno, no se tiene certeza de cómo fue hecha la selección.

Familias olvidadas. Gonzalo Rojón, miembro de CIU, advierte que aun considerando el padrón completo de Sedesol no se cubriría a todos los hogares que viven en extrema pobreza.

Peor aún, la estrategia federal no toma en cuenta al resto de las familias mexicanas que no son tan pobres como para estar en el listado de la Secretaría, pero tampoco son tan ricos para adquirir una televisión digital.

“Si agarramos los 31.4 millones de hogares en México y le restamos los 9.7 que recibirán televisor y otros 16.7 que tienen televisión de paga, nos quedan más o menos 5 millones de hogares [que pueden quedar sin señal]”, explica Rojón.

Vanessa Rubio no ve las cosas de la misma manera. En entrevista con EL UNIVERSAL, señala que existen 30 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que ya dejaron atrás la televisión análoga y en ninguno se dio el apoyo que se está dando en México. Aquí se estaría beneficiando a un tercio de los hogares del país.

“Siempre la pregunta es, y por qué no se lo dieron a la clase media, por qué no se lo dieron a los de menos de cinco salarios mínimos… estamos haciendo lo que dispuso la ley. Y esto también implica un tema de recursos. Entonces se está apoyando a la población más vulnerable, a la de menores ingresos, para que transiten a la televisión digital”, dice.

Pero Ernesto Piedras asegura que lo más relevante no es la entrega de equipos, sino la información que se le ha brindando a la gente para lograr la la transición. “En otros países las campañas duraron hasta tres años: les apagaban la televisión por dos horas y mostraban un cintillo diciéndoles que eso les iba a ocurrir sino hacían el cambio digital”, dice el especialista.

A marchas forzadas. Para cumplir el compromiso de entregar 9.7 millones de televisores antes de que termine el año, el gobierno federal aún debe repartir 2.9 millones en los estados que faltan. Esto se traduce en realizar 48 mil entregas todos los días, incluyendo sábados y domingos.

Lizárraga y Rubio afirman que el gobierno tiene la capacidad para hacerlo e incluso planean entregar más de 50 mil por día. De acuerdo con Lizárraga, las entregas masivas de televisores se han dado en dos periodos relativamente cortos. El primero fue de noviembre de 2014 a principios de enero de 2015, cuando se repartieron casi 2.4 millones de televisores en el occidente del país.

Posteriormente, entre junio y agosto de este año se distribuyeron casi tres millones de televisores, entregando hasta 47 mil equipos en días de mucho trabajo. El último periodo de entrega a gran escala inició la última semana de octubre.

Lizárraga afirmó categóricamente que la Secretaría de Comunicaciones y Transporte podrá cumplir con su compromiso antes de que termine el año: “No tenemos ningún problema, está probada la capacidad”.

A menos de dos meses de que finalice el plazo para que todo el país transite a la señal digital, la SCT aún no ha comenzado la entrega en lugares como Campeche y Tabasco. Además, en Chiapas sólo llevan tres aparatos entregados, según la última actualización.

Entregas hasta 2016. El coordinador del proyecto TDT indicó que se han instalado ventanillas en los lugares donde el apagón ya se concretó para que las familias beneficiarias de Sedesol que no recibieron televisión puedan recogerla.

La misma estrategia planea llevarse a cabo en las zonas donde se apague la señal el 31 de diciembre. Incluso se seguirán entregando televisores hasta marzo de 2016.

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