Ellos entraron a un negocio de gigantes pero con una diferencia con los grandes desarrolladores inmobiliarios industriales que compiten en su mercado: no tenían capital. Emprendieron la búsqueda de financiamiento para la construcción de sus proyectos, los cuales implican inversiones incluso de millones de dólares. Y lo consiguieron.
Rodrigo Fernández y David Ruiz fundaron en 2010 BTS Development, una desarrolladora inmobiliaria de bienes raíces industriales dedicada principalmente a la construcción de parques industriales a la medida. “Sabemos hacer las cosas, sabemos cuál es el camino, los permisos, licencias, tiempos. De eso es algo de lo que estamos más orgullosos”, explica Ruiz, que hoy es CEO de la empresa.
Fue hasta 2012 que encontraron inversionistas interesados en su proyecto y firmaron la primera operación con Prudential Real Estate Investors, que consistió en la compra de una propiedad industrial en Monterrey de 13 mil metros cuadrados y con valor de ocho millones de dólares. Ahí también concretaron un compromiso de inversión a 10 años y con una bolsa de 500 millones de dólares con la que invierten en propiedades industriales.
Su negocio consiste principalmente en comprar terrenos y construir parques industriales “a la medida”. En cuestiones de financiamiento, ellos tienen las cosas claras. No empezaron con un crédito porque sabían que no les prestarían ya que no tenían capital, pero saben que tendrán que pedir uno para potenciar su crecimiento. “Primero agotamos el capital y luego pedimos un préstamo, ya que tengamos un flujo que pueda garantizar el pago del crédito”, explica Ruiz.
Ellos lograron convencer a Prudential y hoy tienen el dinero que necesitan para invertir. “No necesitas a alguien que tenga dinero sino a alguien que sepa hacer las cosas… nosotros somos emprendedores y estamos en este negocio porque sabemos hacerlo no porque tengamos capital”, dice David.
Uno de los problemas a los que se enfrenta el emprendedor es la búsqueda de financiamiento para comenzar o para hacer crecer su empresa, ya que éste es uno de los motores de desarrollo. Bien usado siempre la ayudará a crecer más aceleradamente que si lo hiciera sólo reinvirtiendo sus ganancias, por ejemplo.
Financiamiento hace crecer
“Si hago crecer mi empresa con crédito, voy a obtener más sobre mi inversión que una empresa que no tenga financiamiento. Es una ley financiera”, explica Víctor Calderón, director general de ArCcanto Recursos Financieros. Así, una compañía puede crecer con reinversiones pero también dejar pasar oportunidades por falta de solvencia, explica el especialista: “Una empresa que en la actualidad no tenga líneas de crédito se va a convertir en una venta no realizada, porque tarde o temprano dejará pasar proyectos”.
Ante la necesidad de recursos, muchas veces se plantea la posibilidad de buscar algún socio que le inyecte el capital que el emprendedor no tiene. Pero si sólo se necesita dinero, es mejor pensar en deuda, es decir, en un financiamiento.
Por el contrario, si la empresa requiere un valor agregado que el dueño no puede darle, entonces sí es viable recurrir a un socio.
El dinero es necesario en mayor o menor medida y la forma de financiamiento varía de acuerdo con la etapa en la que se encuentre la empresa. Al inicio, es posible encontrar fuentes para financiarse –sobre todo si no requiere una gran inversión- como amigos, familia o tus propios ahorros, asegura Claudia González, investigadora de la División Académica de Administración y Contaduría del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). “El financiamiento es fundamental pero se puede emprender sin él, sólo es necesaria una idea innovadora y ganas de ejecutarla”, dice.
Pero si las necesitas, existen fuentes como las instituciones bancarias, el gobierno y el sector privado y las hay para todas las etapas; si apenas inicias, si necesitas capital semilla, si necesitas consolidarte o si necesitas crecer agresivamente. La clave es que sepas en qué etapa se encuentra tu empresa y que empieces a buscar la institución que se ajusta a tu medida.
Especialistas coinciden en que es un mito eso de que no hay apoyos para emprendedores y para empresas. “Dinero hay y para aventar para arriba, en los bancos, en Nafin, en Secretaría de Economía, pero las empresas no se acercan a pedirlo porque no saben pedirlo ni como utilizarlo”, asegura Calderón.
De acuerdo con cifras de ArCcanto, sólo 8% accede a fuentes de financiamiento formal. Números de Banxico lo confirman. Según la última encuesta sobre la evolución del financiamiento a empresas realizada, tanto Pymes como empresas más grandes, más de 80% se financiaron con proveedores.
Esto es lo más sencillo, explica González, sin embargo, no siempre resulta ser el crédito más barato.
Las empresas no están inclinándose hacia opciones de financiamiento, ¿Por qué? Calderón lo explica y asegura que es falta de cultura financiera entre los emprendedores. La investigadora del ITAM coincide y afirma que hay dinero para financiar pero faltan las ideas innovadoras entre emprendedores. Rogelio de los Santos, director general de Alta Ventures México, empresa encargada de invertir con capital riesgo, asegura que “hay más dinero que ideas ejecutándose”.
Un informe del Banco Mundial parece sostener esta teoría y asegura que en América Latina los emprendedores están muy por debajo de sus pares en innovación.
Dinero hay. Si bien los especialistas reconocen que tanto el gobierno como las instituciones deben hacer un esfuerzo mayor por dar a conocer su oferta, también está en la cancha del empresario emprender la búsqueda por ese dinero que les ayudará a crecer.