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Después de algún tiempo, encontraste un trabajo que a simple vista parece ser uno parecido al de tus sueños. Te ofrecen un buen sueldo y tienes la idea de que ese lugar es bueno para laborar. Hallar un nuevo empleo —y más en este entorno laboral y económico tan difícil— suele conllevar emociones y, en sí mismo, un cambio te plantea nuevos retos.
Seguramente no puedes esperar para firmar y comenzar con esta nueva aventura.
Sin embargo, antes de que acudas a la firma de contrato y des el “sí” definitivo, detente si no quieres que a la primera semana de trabajo o en la primera quincena vengan las sorpresas y, no precisamente, de esas agradables.
La regla de oro es que no firmes este documento antes de que todas las condiciones laborales y financieras te queden absolutamente claras.
¿Cuándo preguntar? No lo hagas en el momento de tener tu primera entrevista, porque los reclutadores casi de seguro lo van a tomar a mal; sin embargo, una vez que asegures tu entrada o que sepas que ellos están interesados en ti, debes tener la apertura para preguntar todas tus dudas hasta que queden aclaradas.
“Una vez que te dicen que les interesas como candidato, ese es el momento para preguntar todas las condiciones laborales, porque finalmente una contratación es un convenio entre dos, entonces ambos tienen que estar de acuerdo -tanto tú como la empresa- con las condiciones”, explica Enrique Ramírez, subdirector de capital humano de la Universidad La Salle.
Neto y bruto si hacen una diferencia
Para firmar con pleno conocimiento de causa, hay ciertas aristas y términos técnicos que tienes que conocer.
El primero es que debes conocer que no es lo mismo sueldo neto a sueldo bruto, por lo que no te debes dejar llevar por el sueldo que viste anunciado en la bolsa de trabajo en línea o en el periódico porque hay aspectos que afectarán esta cifra al final.
Es decir, si la empresa paga por la vacante que te interesa 20 mil pesos brutos, antes de celebrar considera que el término “bruto” se refiere a la base económica sobre la que se realiza la oferta, sin embargo, todavía no se le han quitado impuestos.
Los impuestos que se le quitarán a tu salario serán el Impuesto sobre la Renta (ISR) y la cuota obrera del IMSS, sin embargo, hay otras cosas que van a descontarse por nómina como crédito del Infonavit, Fonacot o si tienes alguna pensión alimenticia qué pagar.
Todo esto lo tienes que considerar para que entonces guardes en mente que lo que recibas en tu cuenta de nómina al finalizar el mes o la quincena será el salario neto, que por supuesto, será una cantidad menor —a veces mucho menor, dependiendo de qué tan alto sea tu sueldo y por ello de cuánto sea el porcentaje de impuesto— a la que viste anunciada.
Cuando llegue tu primera quincena, considera también otros rubros como el fondo de ahorro que a pesar de ser un beneficio puede quitarte liquidez.
Lo que se va a sumar al salario bruto son los vales de despensa y la ayuda en transporte o comida. Todo lo explica el especialista de La Salle.
Esto lleva a otro aspecto esencial: antes de entrar a cualquier compañía tienes que conocer sus prácticas y valores porque esto va a definir de manera importante tu estancia en ésta.
De acuerdo con los expertos en recursos humanos, esto es uno de los puntos que definen el que un empleado se quede o se vaya de la empresa.
De hecho, la recomendación de Susan M. Heathfield, una especialista en recursos humanos y miembro de la Sociedad para la Gestión de Recursos Humanos de Estados Unidos, es que cuando tus valores y los del lugar en el que trabajas no son compatibles, no existirá una congruencia contigo lo que va a destruir tu actitud en el trabajo.
Así que en este sentido, si no es compatible con tus valores y prácticas mejor no lo intentes.
Tienes que buscar si sus prácticas se empatan a tu forma de pensar y de conducirte porque si no es así, nunca lograrás tener un verdadero compromiso por tu trabajo.
Están interesados en ti
Ahora sí, bombardea con preguntas. No una, sino hay muchas cosas que deberás aclarar antes de firmar.
Que la pena no te detenga, es mejor hacerlo de una manera educada y amable, a estarte lamentando ya que firmaste y estás comprometido.
Este esquema te regirá
Por ejemplo, asegúrate de entender bien bajo qué régimen estarás contratado. Es muy importante porque de esto depende las prestaciones a las que tendrás acceso y la manera en la que se construirá una parte de tu futuro.
Es muy común que los empleadores simulen un régimen de honorarios para ahorrarse dinero al pagar cuotas del IMSS, entre otros gastos.
“Esta simulación es una práctica muy socorrida para contratar empleados verdaderos en un régimen de subordinación y ponerle un disfraz de honorarios para encubrir una relación de trabajo”, explica Jorge Sales Boyoli, asesor laboral y socio fundador del Bufete Sales Boyoli.
Si éste es el caso, lo que tienes que saber es que si aceptas este esquema estarás renunciando a la oportunidad de tener acceso a seguridad social y al ahorro obligatorio para el retiro, porque tu empleador no estará obligado a pagar estas cuotas ni ninguna prestación adicional.
“La gente que lo acepte, sobre todo los jóvenes, va a tener afectaciones porque no tendrán acceso a la parte médica ni tampoco estarán aportando para su retiro. Es gente que no suma nada y cuando tenga 70 años va a tener una cantidad que no les alcanzará para su jubilación”, explica Ramírez.
Aunque no es lo ideal, si llegaras a aceptar un trabajo bajo este esquema, puedes acercarte al programa “Crezcamos juntos, ser formal te conviene”, el cual te permite acceder a seguridad social, Afore y Fondo de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).
Hay otro esquema que malamente también es socorrido por los empleadores y es el de pagar una parte muy baja del sueldo bajo condiciones normales y la otra disfrazarla de ayuda de alimentos o algún otro rubro para ofrecer aparentemente un mayor sueldo a los colaboradores.
“Hay gente que se contrata ante el seguro social por 3 mil pesos, y por afuera le pagan 7 mil. Al final gana 10 mil y está contentísima.
“Pero cuando se jubile, ya que el Seguro Social toma en cuenta sus últimos cinco años de salario, la gente va a recibir una pensión con base en los 3 mil pesos, aunque recibía 10 mil porque el IMSS tenía reportado sólo los 3 mil”, explica el especialista en recursos humanos de la Universidad La Salle.
Si decides aceptar esta esquema tienes que saber que estarás cotizando ante el IMSS y aportando a tu Afore la parte correspondiente a la cantidad más pequeña que está reportando tu empleador para evitarse el pago de impuestos a la autoridad y las aportaciones al Seguro Social.
El mismo consejo aplica aquí: acércate para investigar el programa que te permita tener seguridad social, Afore e Infonavit antes de que pasen los años y lo lamentes.
Ojo con tus derechos
En Estados Unidos, es ilegal que los empleadores hagan ciertas preguntas relacionadas con ciertos temas, como preferencias sexuales, estado civil, embarazo, etcétera.
Hay empresas que al ingreso le piden a sus empleados realizar un examen médico para comprobar su estado de salud.
En México estas prácticas no están fuera de la ley, pero hay dos cosas que la Ley del Trabajo ampara: la equidad de hombres y mujeres, y el que a ninguna mujer se le pueda negar un ascenso o el ingreso a una empresa debido al embarazo.
Su estado de salud “no es ilegal, lo ilegal es que tú hiciste tu estudio, saliste con alguna enfermedad, o ya se dieron cuenta que tienes ciertas preferencias sexuales o estés embarazada, y que yo te niegue el trabajo”, explica Ramírez.
Contrato
La recomendación en la que coinciden los especialistas es en que tienes que leerlo de arriba a abajo y entenderlo por completo antes de firmar.
Es necesario que te quedes con una copia de tu contrato de trabajo.
Si llegaras a tener algún problema con tu empresa y fueras a juicio, tenerlo te permitirá demostrar todas las prestaciones que tenías y poder defenderte adecuadamente.
En el caso de que no lo tengas y quisieras emprender acciones legales contra tu empleador, esto no te impide hacerlo, ya que la relación laboral puede demostrarse a través de otros medios, explica Sales Boyoli.