Mucho se dice de trabajar en casa: que el trabajo se convierte en una serie de distracciones interminables, que es imposible separar trabajo de vida personal o que el aislamiento es un mal que aqueja a todos los freelance o colaboradores que hacen de su hogar su oficina.
Si bien todos estos inconvenientes son reales y pueden aparecerse si trabajas en esta modalidad, hay formas de atajarlos y reducirlos a su mínima expresión para hacer del trabajo en casa una experiencia tan agradable —por la libertad y la posibilidad de arreglar tu agenda a tu gusto— que no vas a querer abandonar nunca.
Es cierto, las distracciones están a la vuelta de la esquina y, de hecho, se vuelven uno de los principales retos que tendrás que vencer.
De acuerdo con una encuesta de Regus —una empresa que se encarga de renta de oficinas— la primera distracción que señaló 54% de los 24 mil encuestados de más de 15 países fue la demanda de atención de los niños.
En segundo lugar están las dificultades para concentrarse (43%) y la familia interrumpiendo las llamadas de trabajo con 39% está en tercero.
Otra de las quejas es la mala postura que adoptan los trabajadores al trabajar en casa.
Pero también está la otra cara de la moneda y trabajar en casa trae múltiples beneficios. Un estudio conducido por Stanford y realizado entre trabajadores de la empresa de viajes china Ctrip encontró que aquellos que trabajaron en casa aumentaron 13% su productividad, disminuyeron sus descansos y sus días por enfermedad.
“El principal reto de trabajar en casa es mantener la disciplina de mantenerte concentrado en vez de distraerte con asuntos del hogar, con la televisión o con el video más divertido de la red”, sostiene Jonny Elwin, un cineasta freelance que escribió el libro Cómo ser un freelance creativo”.
Efectivamente, para trabajar en casa se necesita disciplina y constancia porque el refrigerador o la televisión pueden ser tentaciones de cada momento. Sin embargo, es una práctica que cada vez se extiende más.
Para ello, un botón de muestra: en Estados Unidos, uno de cada cinco trabaja desde casa, ya sean emprendedores o ejecutivos de grandes empresas, según señala un estudio de Telework Research Network que fue citado por OCCMundial en un análisis.
Así se hace
Varios trabajadores independientes y especialistas —otros freelance que han escrito libros sobre cómo hacerlo mejor— coinciden que aunque trabajes en casa, es necesario fijarte horarios tal como si trabajaras en oficina.
“No debes estar pegado a la computadora todo el tiempo, te fatigas mucho y el trabajo sale mal”, asegura Rodrigo Hernández, filósofo, músico, y cineasta independiente.
Él asegura que es necesario que en el cuarto en el que trabajes exista una ventana que te permita sentir el paso de las horas, ya que de lo contrario puedes trabajar de más sin siquiera darte cuenta de ello.
“No debes trabajar sin horario y mucho menos en una habitación en la que no notes el paso del tiempo. Afecta tu metabolismo y ritmos circadianos y sobre todo, cometes errores y luego tienes que regresar sobre ellos”, asegura.
Con relación a la luz, Shannon Belew, consultora y experta en freelance, recomienda en el sitio about.com que es necesario establecer el espacio para tu oficina en un lugar en el que haya mucha luz natural pero también que esté bien iluminado por focos.
“Empieza proveyendo el tipo de luz que ilumine todo el lugar. Después ilumina directamente la computadora o el área de trabajo. Finalmente, asegúrate de que la computadora esté colocada en una posición que evite el brillo”, asegura la consultora.
Ese lugar
Aunado a los horarios, necesitas construir tu espacio de trabajo, ya que éste será el lugar que te permita —o no— cumplir con tus ocupaciones de manera efectiva y sin contratiempos.
Para construir este sitio es recomendable hacer una lista que contenga todas tus necesidades, asegura Belew, consultora y experta en freelance.
Esta lista deberá contener todos los objetos que necesitarás para trabajar sin distracciones. Antes de empezar a comprar por comprar, analiza qué es lo verdaderamente necesario.
Ya que la tienes, escoge este lugar. Si es posible, destina una habitación específicamente para ello. Cuídate de poner la lavadora o cualquier tipo de tiliches ahí mismo.
“Tu oficina debe ser un lugar de trabajo profesional, el mismo que tendrías si trabajaras en una corporación. Si no pondrías la caja de juguetes de los niños en tu oficina, entonces tampoco lo hagas en tu lugar de trabajo de casa”, sostiene Kristine Kathryn Rush, una escritora que trabaja así y que es autora de la Guía de Supervivencia para Freelances, un libro que ha construido con su experiencia y con la de otros sobre esta modalidad.
No es muy recomendable utilizar la sala o el comedor para hacerlo, pero si no tienes otra opción y lo harás, el consejo es que bloquees tu oficina.
Kristine trabajaba en la sala pero bloqueó su pequeña oficina con libreros que cercaban su escritorio, computadora e impresora, por ejemplo.
Aunado a esto, una puerta o al menos una cortina que te “aisle” del mundo exterior te ayudará mejor a concentrarte, justo para evitar que los niños, mascotas, y demás distracciones entren a tu lugar de trabajo. Si es necesario, coloca en la puerta los horarios en los que trabajas, ya que esto ayudará a que los demás lo respeten, aconseja la escritora.
Otro de los consejos infaltables en los que muchos freelance coinciden es que compres el mejor mobiliario que puedas, ya que esto te ahorrará dolores de cabeza y de espalda.
Vale la pena invertir en una silla ergonómica de muy alto precio porque estarás sentado ahí una jornada laboral si no es que más tiempo, y no quieres quejarte de una mala postura, como lo hicieron los encuestados de Regus.
“Invierte en una gran silla. Pasarás horas sentado ahí, así que una hermosa, ergonómica y cómoda silla vale cada centavo que gastes en ella”, recomienda HGTV, un sitio dedicado a dar consejos sobre diseño de mobiliario.
También vale la pena comprarte una computadora que corra rápido y una impresora, ya que muchas veces se pierde tiempo y dinero yendo a buscar un lugar para imprimir y si lo necesitas hacer seguido, esto puede salirte a la larga más caro.
Desequilibrio y aislamiento
Vivir y trabajar en el mismo lugar trae en muchas ocasiones, dos principales dificultades: la primera se refiere a la separación entre trabajo y vida privada. Al tener las dos actividades bajo el mismo techo se suele volver complicado la dedicación de los tiempos necesarios para cada uno.
En este caso, los horarios y el respeto a ellos juega un papel esencial.
“Duerme y come a tus horas y siempre procúrate tiempo para relajarte, tiempo de esparcimiento y tiempo para ejercitarte. Si tú no te respetas ni a tus horarios y necesidades, nadie más lo hará”, asegura Galo Balcázar, un improvisador, cantante de teatro, imitador, actor de doblaje y locutor que desde hace 18 años trabaja de freelance y que hace de su oficina su casa.
En este mismo sentido, este freelance recomienda que seas ordenado y limpio a la hora de trabajar.
“Cada que te prepares a trabajar tengas un lugar limpio y ordenado que te traiga las menores distracciones posibles para que te puedas concentrar en una sola cosa. Procúrate un ambiente propicio”, asegura.
Para lograrlo, es recomendable también que cuelgues un reloj en tu oficina, así podrás ser muy consciente del paso del tiempo, recomienda Belew.
La segunda dificultad a la que cualquier trabajador que haga de su casa su oficina se enfrenta es el aislamiento.
Es posible que un día no pese no ver ni hablar con nadie, pero si esto se sostiene durante varios días, puede resultar difícil para el ánimo.
Para enfrentarse a ella y vencerla, hay varias recomendaciones. Sal a dar un paseo diariamente, es decir, ¡sal de la casa! Ten por seguro que más temprano que tarde se volverá insostenible estar entre esas cuatro paredes sin hablar ni interactuar con nadie. Hazte de rutinas, báñate temprano y siéntate frente a la computadora a una misma hora siempre. Pero justo también es necesario que rompas estas rutinas.
Es sumamente recomendable que salgas a trabajar fuera de vez en cuando, ya sea en un café o con algún amigo o amiga que pueda compartir la misma forma de trabajo.