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La posible victoria de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones de 2018 puede provocar volatilidad momentánea en los mercados, pero se descarta una salida de capitales extranjeros, dice el director de análisis de The Economist Intelligence Unit en Londres, Rodrigo Aguilera.
El especialista explica que hasta el momento inversionistas y analistas internacionales ven la llegada de un gobierno de izquierda a México como una posibilidad y el grado de incertidumbre es similar a los cambios de régimen que han ocurrido en otros países como Brasil o Perú.
“Inicialmente sí habría una depreciación ante la incertidumbre. No creo que haya una fuga de capitales como tal. Se presentaría una pausa que a principios de cualquier administración se da principalmente en la inversión pública. Tal vez habría una pausa en la inversión privada hasta esperar a ver qué sucede, con qué mensaje llega y cuáles son sus primeras acciones. No espero una fuga de capitales como ocurría antes. El mejor ejemplo es cuando Lula es electo por primera vez en Brasil, pasó lo mismo”, afirma.
Explica que los mercados tienen considerado el riesgo hacia 2018 de la llegada de López Obrador a la Presidencia. Aunque en la realidad no sea tan radical como la gente teme, esa incertidumbre se va a dar.
“Esto es uniforme en Latinoamérica. Cuando existe la posibilidad de que llegue un gobierno de izquierda siempre genera preocupación”.
Aguilera dice que al exterior existe preocupación por los pendientes en materia de Estado de derecho y combate a la inseguridad, con lo cual un cambio de gobierno puede verse como algo positivo para el país.
“Si López Obrador sigue en la punta de las encuestas, están esperando qué actitud toma acercándonos hacia la campaña. Tuvo su momento de retórica, de populismo verbal y si se perfila a las elecciones tomar un mensaje más centrista. Nada de lo que quiera hacer será posible sin estabilidad económica. Eso tiene que ser una prioridad”, detalla.
Vislumbran mejor panorama
Acerca del desempeño de la economía mexicana, el directivo asegura que se han mejorado las expectativas de crecimiento ante un cambio en el escenario externo sobre los términos de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN); sin embargo, un rompimiento abrupto del acuerdo se mantiene como el principal riesgo para el país.
Con esto, The Economist tiene hasta el momento un estimado de crecimiento de la economía mexicana de 1.6% para 2017 y de 2% en 2018. De lograrse una buena renegociación del TLCAN, las perspectivas se ajustarían al alza.
Sin embargo, en su opinión, se mantienen riesgos al interior como el elevado nivel de deuda así como la “inaceptable inflación”, que roza 6%, factor que, aunado a la depreciación del peso, puede tener un efecto retardado que puede impactar el desempeño hacia los próximos meses.
“Tal vez no se dio en el primer trimestre, pero existe la posibilidad de que se manifieste tal vez en el segundo. En este momento nuestra estimación es bastante pesimista. Esto incluye el riesgo de Trump y la renegociación del TLCAN principalmente en la inversión y un efecto adicional de que el nivel actual de consumo no se sostenga con la actual inflación”, explica.
Aguilera considera que no sería sorpresa si degradan la nota crediticia de México ante el manejo que ha tenido la presente administración de la deuda. En su opinión, esta situación llama la atención de los inversionistas como uno de los principales retos hacia el final del sexenio.
“El riesgo está ahí. Nosotros degradamos a México en 2015, entonces, desde nuestra perspectiva las calificadoras se han tardado. Si degradan a México en el corto plazo no sería una sorpresa”, finaliza.