El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer la nueva medición para la informalidad en México, que incluye a 15 millones 049 mil trabajadores que no se consideraban con anterioridad.
Con la nueva medición se reconoce a un total de 29 millones 300 mil ocupados informales que no tienen seguridad social y que representan 60.1% de los ocupados de todo el país.
La nueva cifra representa casi el doble que la medida anterior, cuando sólo se contabilizaba a 14 millones 222 mil personas que trabajaban en el sector informal de la economía, es decir, que laboraban en “unidades económicas pequeñas y precarias, donde no se distingue el patrimonio del hogar del negocio”, expuso Eduardo Sojo, presidente del Inegi.
La metodología actual contabiliza, además de estos varios millones, a los trabajadores informales del ámbito agropecuario, del servicio doméstico remunerado de los hogares y a aquellos subordinados que laboran en empresas registradas formalmente pero cuyo registro y obligación de seguridad social es eludida.
La informalidad en México es similar a la de Brasil e inferior a la media de América Latina, mientras que en África y Asia hay niveles de hasta 80% de ocupación.
Derivado de la adecuación a estándares mundiales, el Inegi, junto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y expertos, incluyeron además del empleo en unidades económicas no registradas, tales como el comercio ambulante, la preparación de alimentos y otros servicios ofrecidos en la vía pública, industrias caseras y artesanales, a todo el trabajo no registrado ante la seguridad social, “opere o no en unidades económicas típicas del sector informal”.
La medición anterior consideraba a 3 millones 823 mil trabajadores subordinados asalariados, a 785 mil subordinados con percepciones no salariales, a 979 mil empleadores, a 7 millones 344 mil empleados por cuenta propia y a 1 millón 291 mil no remunerados.
Además de este grupo, se incluye a 2 millones 138 mil empleados domésticos remunerados, a 6 millones 158 mil trabajadores sin prestaciones que laboran en el campo y a 6 millones 754 mil ocupados informalmente en empresas, gobierno e instituciones registradas. Todos ellos suman las 15 millones 050 mil personas.
Sojo dijo que estas actividades son de baja productividad y limitan el crecimiento de la economía y los ingresos de las familias.
Rodrigo Negrete, investigador del Inegi, explicó que la informalidad funciona como una válvula de escape del desempleo.
“En épocas de crisis y desempleo, ocurre un reacomodo en el empleo informal y sólo una parte se va a la desocupación”, dijo.
Expuso que generalmente, es la gente más preparada la que se desocupa y es por eso que la tasa de desempleo en el país se sitúa por debajo del de la OCDE.