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Los bajos precios internacionales del petróleo repercutirán en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y en los flujos de inversión extranjera del sector energético en los próximos años, advirtió el Banco de México (Banxico).
De acuerdo con las minutas relativas a la decisión de política monetaria, los miembros de la junta de gobierno del instituto central también alertaron de un efecto sobre las cuentas fiscales del país.
En esta coyuntura, uno de los participantes en la reunión reconoció que es posible que los efectos de las reformas estructurales sobre el PIB potencial sean menores y más tardados respecto a lo anticipado.
El gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, anunció que la próxima semana revisarán el pronóstico de crecimiento económico de este 2015.
Hasta hoy, el banco central mexicano tiene un pronóstico de expansión del PIB de entre 3% y 4% para 2015; no obstante, el entorno de bajos precios del petróleo y la volatilidad financiera generada por la normalización de la política monetaria y la eventual alza de las tasas de interés en Estados Unidos han impactado en el dinamismo económico.
“Estos son nuestros números del último informe de inflación, los vamos a revisar la próxima semana cuando presentemos el nuevo informe”, comentó Carstens al participar en el Foro México en la nueva economía, organizado por la firma Paul Hastings y Finantial Times.
La minuta del Banxico también consideró como un elemento negativo al crecimiento económico de México su elevado sector informal y, sobre todo, el bajo nivel de productividad del mismo.
De acuerdo con los últimos datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), al cuarto trimestre de 2014 la economía informal se ubicó en 28.9 millones de personas, que representaron 57.9% de la población ocupada, una baja de 1.4% respecto a igual periodo de 2013.
Otro factor que el Banco de México detalló en la minuta contra el crecimiento económico del país son los impactos negativos que genera la inseguridad pública y el descontento social, así como los niveles relativamente reducidos de confianza del consumidor y productor.
Los miembros de la junta de gobierno del Banxico destacaron que el peso ha registrado una depreciación importante y que ha sido particularmente sensible a las caídas en el precio del petróleo. Adicionalmente, se precisó que la evolución del tipo de cambio ha reflejado, en parte, preocupaciones sobre las implicaciones fiscales y sobre la cuenta corriente por la caída en el petróleo.
