El dragón chino sacudió a los mercados financieros mundiales y sembró más incertidumbre sobre un panorama ya muy turbulento.
Luego de la sorpresiva devaluación del yuan, el gobierno aplicó por segunda ocasión la misma dosis sobre su moneda y la mayoría de las bolsas internacionales sucumbieron a la medida.
Especialistas reconocieron que la volatilidad financiera que se generó no es para menos, pues se trata de la segunda economía más grande del orbe, y hay preocupación por impactos de corto plazo en EU y la Unión Europea.
También se anticipa un efecto en México, pues la nación asiática se ha vuelto su más importante competidor dentro del mercado estadounidense, según Enrique Dussel, coordinador del Centro de Estudios México-China.