Un año libre para estudiar una maestría, pasar tiempo con tu familia o viajar por el mundo. Tomar un año sabático puede cambiar tu vida y si es algo que traes en mente desde hace tiempo, decídete, ponle fecha y empieza a planear. ¿Por dónde empezar? Primero, siéntate y piensa qué es lo que quieres vivir en tu año sabático. ¿Quieres viajar? ¿Pasar tiempo con tu familia? ¿Estudiar algún curso?
Muy probablemente tendrás que dejar tu trabajo, si es que tu empresa no tiene permisos sin goce de sueldo. Y pensar en dejar tu trabajo seguramente te hará sentir inseguro pero “supera el miedo con mucha planeación práctica”, recomienda Lisa Hoashi, una coach que un día se decidió a dejar su trabajo, a tomar su sabático y a vivir una de las mejores experiencias de su vida, según cuenta en el blog de finanzas personales, Budgets are sexy.
Así que necesitas sacar en claro para qué quieres ese tiempo, cuáles son las cosas que quieres hacer durante este año y ponerle fecha. “Lo primero que debes hacer es poner fecha a tu año sabático y apuntarla en un papel. Ese simple gesto va a hacer que deje de ser un sueño abstracto y se convierta en un objetivo real, con su propio deadline. Pon ese papel bien visible en tu casa y eso te animará a perseguir tu objetivo durante el camino”, explica Luis Pita, un especialista español en finanzas personales y autor del libro Ten peor coche que tu vecino en un texto dedicado a la planeación de un año sabático. Es importante hacer esto porque según él, 70% de las personas que fijan una fecha concreta para empezar su año sabático, consigue hacer realidad su sueño y quien no lo hace tiene muchas menos posibilidades de éxito.
Darse un año sabático no es una decisión fácil porque significa renunciar a lo que hoy es tu seguridad financiera, tu trabajo. Además si quieres viajar, implica dejar tus seres queridos por un buen rato para vivir otro tipo de aventuras. Lisa asegura que el paso número uno para lograr viajar por el mundo, que es lo que ella hizo, fue “darse permiso para soñar”. Luego, enlisto todo aquello que había sido su sueño: Cruzar el océano en un bote, visitar a sus amigos en Estados Unidos y Chile, viajar a México, Sudamérica, Japón y Asia y mejorar sus habilidades en el español y escribiendo.
El siguiente paso… es ver para qué te alcanza ahora y qué de plano puedes dejarlo para otra ocasión y así armar un plan realista de lo que puedes realizar durante este año fuera.
“Le puse precio a mis ideas. Investigué itinerarios y vuelos de avión, investigué escuelas de idiomas, cursos de navegación y de supervivencia, así como seguros de viaje y presupuestos de viaje a todos los países que quería visitar”, explica en el blog. Ella se dio cuenta que el viaje a Asia y la travesía en bote serían demasiado caros, así que decidió dejarlo para el futuro.
¿De dónde saco el dinero?
Esta coach había ahorrado mucho durante los últimos cinco años, así que lo que le quedó fue ponerle precio a todo lo que quería hacer y establecer un presupuesto de cuánto de su dinero iba a gastar en ello. Después de los cálculos, se dio cuenta que podía utilizar un poco más de la mitad de lo que tenía para el viaje y guardar el resto para preparar su regreso a la vida. ¡La previsión recompensa!
Sin embargo, no todos están en su misma posición. Un año sabático requerirá de crear un “colchón de seguridad financiera” que te permita vivir sin trabajar durante este tiempo libre, explica Luis Pita. Por supuesto, no contar con ese dinero es lo que detiene a muchos de lanzarse a esta aventura.
“Como punto de partida deberías juntar por lo menos una cantidad que cubra tus gastos durante esos 12 meses, aunque lo ideal es que crees un colchón por el total que has ganado en el último año. Si piensas viajar, calcula el coste del viaje y súmale 20% más por si acaso”, recomienda Pita. Piensa que no será algo que vas a lograr de un mes para otro —ya ni qué decir de un día para otro— pero es algo para lo que vale la pena luchar.
A Lisa le costó alrededor de dos años y medio (si consideramos que ella gastó la mitad de lo que ahorró en cinco años), así que ahora te toca determinar cuánto tiempo te va a costar a ti juntar el dinero necesario para no sólo no trabajar un año, sino lograr aquello que te propones, ya sea un diplomado o un viaje, por ejemplo.
Cuando sepas cuánto dinero necesitas, ahora tienes que determinar cómo lo vas a juntar. Si no tienes un presupuesto, es momento de que te sientes a enlistar cuánto es lo que ganas y a cuánto ascienden tus gastos fijos —ya sea pago de servicios, ahorro o compromisos adquiridos como hipotecas y demás—; ya cuando haces esa resta, entonces es posible determinar cuánto dinero te queda libre para gasto corriente.
Ahora bien, de ese dinero, ¿cuánto puedes destinar a cumplir tu sueño? Piensa que quizá es más de lo que estás pensando. Muchas veces podemos vivir con mucho menos de lo que creemos, y esto sucede sobre todo cuando no tenemos un presupuesto ni ningún control sobre nuestros gastos.
Si estás en este supuesto, piensa cuánto dinero te gastas en cafés de establecimientos caros, cigarros, dulces, taxis por no prever bien tus tiempos y demás gastos que van haciendo un hueco a tu cartera. ¿Qué pasaría si dedicaras este dinero mejor a cumplir tu sueño? Recorta todos los gastos de los que puedes prescindir —como Netflix, videojuegos y otro tipo de suscripciones, por ejemplo— y destina ese dinero a este fondo.
El reto del sobre y más técnicas para ahorrar
El curso desarrollado por Preahorro (la consultoría fundada por Luis Pita), enlista cinco pasos para disminuir tu gasto en ocio. Primero, decide cuánto quieres gastar en este rubro, establece una cifra que te represente un reto, mete el dinero en un sobre y luego, paga con él cuando salgas a divertirte. Cuando se acabe ese dinero, no hay más salidas, sólo dedícate a hacer cosas que no te cuesten dinero como ver películas con tus seres queridos o hacer deporte.
Pero además de recortar necesitas también ahorrar más. Una vez que tienes clara la cantidad que te sobra de restar tus gastos fijos a tus ingresos, puedes plantearte una cifra. Que sea un número retador. No te asustes, verás que puedes vivir con mucho menos de lo que crees.
Pita asegura que puedes llegar a ahorrar 20% de tu sueldo o más con un método: lo que él llama el preahorro, que no es otra cosa que automatizar —tu banco puede ayudarte a eso— el retiro de esta cifra que vas a separar para el sabático y entonces, ya puedes vivir con el resto. Es un método que no solo Pita sino muchos especialistas en finanzas personales recomiendan para realmente ahorrar y llegar a la libertad financiera y a las metas que quieras.
Un sabático es un año para crecer personalmente, y eso va a repercutir en tu carrera profesional. Piensa qué habilidades te gustaría desarrollar y plantéate hacerlo durante este año. Visualiza qué te gustaría hacer de vuelta.
Si tienes amigos o mentores, cuéntales tu proyecto para que te den consejo. “Uno de mis mentores elevó mi confianza. Ella me dijo que estaba loca si pensaba que nadie me iba a contratar y que me fuera ya antes de que perdiera mi oportunidad”, explica Lisa, la coach que se fue a viajar por el mundo. Ahora te toca a ti.
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