Una vez conocidas las cifras de producción industrial para el tercer trimestre y de actividad para julio y agosto es posible poder anticipar que la economía no avanzó a mayor velocidad como muchos esperaban, incluyendo a las autoridades. Incluso se puede afirmar que el crecimiento trimestral se desaceleró.
La economía no reportó avance significativo en el tercer trimestre dada la persistente debilidad industrial y la poca efectividad de las políticas expansivas para acelerar la producción nacional. Con datos preliminares ya se alcanza a ver que la economía se encamina a un crecimiento mucho menor al esperado por las autoridades para todo el año.
Sin embargo, a pesar del pobre crecimiento económico, las cuentas fiscales no se van a descuadrar más de lo originalmente esperado, gracias a los nuevos y mayores impuestos derivados de la reforma fiscal y al mayor endeudamiento autorizado por el Congreso. Por lo que este será un año en donde el menor crecimiento no pone en apuros al gobierno ni amenaza al presupuesto federal.
Durante el tercer trimestre la producción industrial continuó estando restringida por cuellos de botella acumulados por la falta de reformas en los últimos quince años. El mercado interno continúa estimulado por la política fiscal y la monetaria expansiva, aunque la demanda adicional encuentra más acomodo en la inflación y las importaciones y menos en la producción nacional. Así, la industria avanzó a una tasa de sólo 0.2% en el tercer trimestre con respecto al trimestre previo cuando creció 0.7%. O sea una desaceleración en el crecimiento industrial.
En base a estos resultados de la industria y con datos de actividad mensual para julio y agosto es posible anticipar que la economía avanzó a una tasa de sólo 0.4% en el tercer trimestre con respecto al trimestre previo cuando creció 1%. Nuevamente, una desaceleración en el crecimiento trimestral de la economía.
En términos anuales, la economía habría crecido a una tasa de entre 1.8% y 2% en el tercer trimestre, después de un 1.4% en el mismo periodo del año anterior. Aún considerando que se pueda dar una recuperación adicional en el último trimestre de 2.6%, la economía reportaría un crecimiento de solo 2% en todo el año.
Así, la economía parece encaminarse a desilusionar al estimado del gobierno de 2.7% e incluso situarse en el piso estimado por el banco central de 2%.
**Director para América Latina de Moody’s Analytics