Ya sea que quieras cambiarte de trabajo, conseguir una promoción o un mejor salario, necesitas relacionarte con otros. De hecho, hacer y no sólo eso, sino construir y mantener estas relaciones, es una de las actitudes clave para conseguir profesionalmente lo que te propones.

Un ejemplo: según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, 70% de los trabajos se encuentra a través de contactos.

A esta construcción de una red se le conoce como networking (por su nombre en inglés). ¿De qué se trata? No de repartir tarjetas de arriba a abajo a gente que no conoces, en realidad se trata de construir relaciones personales, asegura la Universidad de Cornell.

“Conocer gente nueva es parte importante, pero aprender de la gente que ya conoces es una parte fundamental. Se trata de tener un propósito en las relaciones que sostienes con otros, particularmente cuando surgen conversaciones relacionadas con la carrera profesional. Piensa en las redes que ya tienes: colegas y jefes de trabajos pasados, de actividades extracurriculares, amigos de la escuela e incluso la familia”, sostiene un documento de dicha institución relacionado con el tema.

Entonces, no es acercarte nada más a alguien desconocido, sino que se trata establecer lazos con los demás, conexiones que en un futuro pueden ser útiles tanto para ti como para ellos.

La Universidad de Yale señala que debes de tomarte el tiempo de conocer a gente de las áreas de tu interés y estar en contacto con ella a través de tu carrera.

“No te aceleres y seas superficial contactando con gran número de personas, recopilando tarjetas a toda costa sin profundizar con las personas o prestándoles poca atención. Dedica el tiempo necesario a cada conversación y obtén información relevante que te sirva en el futuro”, sostiene en este mismo sentido Félix López, director de relaciones institucionales de la consultoría para emprendedores AJE Madrid y especialista en el tema.

En estas relaciones tiene que haber reciprocidad. Debes de corresponder con la misma atención y compartir la misma información que te den.

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¿Por dónde empezar? Seguramente tienes varios contactos, tarjetas de visitas, gente conocida. Recopila toda la información, métela a una base de datos y completa toda la información que no tengas.

No tener esta información incluso será una excusa para contactar con gente que ya has tratado en el pasado, recomienda López.

Hay muchos lugares en donde lo puedes hacer: cámaras de comercio, organismos públicos como embajadas y consulados; asociaciones de profesionistas, seminarios, conferencias, clubes deportivos e incluso en la reunión de ex alumnos de tu escuela primaria o secundaria es posible contactar con gente que en un futuro pueda ayudarte a crecer profesionalmente o que tú puedas ayudarle, porque de eso también se trata el networking.

Se trata de entablar lazos, de permanecer empático y de interesarte por la otra persona. No sólo debes de buscar aprovechar todas las oportunidades que esta red de contactos puede ofrecerte sino que también debes de estar dispuesto a apoyar al otro.

“Debes de hacerlo de manera genuina”, asegura Arturo Chávez, mentor de la aceleradora de negocios reconocida por el INADEM Business Coaching Firm SC.

Al mismo tiempo, tienes que estar enfocado en qué es lo que estás buscando porque esto va a ayudarte a descartar aquella información que no te sirva y a poner énfasis en las personas en las que estás interesado.

¿Qué decir?

Para entablar este tipo de relaciones necesitas tener un objetivo claro. Debes saber qué es lo que estás persiguiendo al hacer networking, ya sea conseguir un nuevo trabajo o encontrar el proveedor adecuado para la empresa en la que trabajas, por ejemplo.

Es necesario que no cometas quizá el error más grave: No busques sólo a las personas cuando las necesitas. Esta construcción se hace de manera constante y se debe de fortalecer con el tiempo a través del seguimiento que le des a tus contactos.

Para hacerlo más efectivamente, debes de construir algo que se le ha llamado elevator pitch o “discurso del ascensor”.

Se llama así porque debes de preparar tu presentación en lo que duraría un viaje en elevador, o sea, menos de un minuto.

“Tienes que ser capaz de explicar en un minuto quién eres, a qué te dedicas, cuál es tu empresa, en qué destaca, en qué destacas tú y qué es lo que más te gusta de tu trabajo”, explica López.

Con esto debes de llamar la atención de la otra persona. La recomendación es que lo ensayes y lo adaptes a las personas con las que te presentas ya que cada una tiene necesidades distintas.

Hay un punto clave: no sólo tienes que hablar y decirle a la persona quién eres y a qué te dedicas, sino que debes de escuchar.

No aburras al otro con largos discursos, sino practica una “escucha activa, mira a los ojos a la otra persona, asiente y muestra interés”, recomienda el especialista.

Si hablas con un grupo, anima a que todos participen y no sólo tomes la batuta de la conversación.

Sigue el contacto

Ya que estableciste contacto con las personas que te interesan, no te despegues. Una llamada o correo electrónico puede hacer la diferencia.

“Debes de tener contacto regular, te deben de tener en el radar, debes de promover ese contacto y no solamente hacerlo por interés, debes de procurar a tu contacto”, asegura Chávez.

En este mismo sentido, debes de mantenerte atento y darle seguimiento a tus contactos. Cumple tus promesas. Si quedaste de mandar un contacto o una presentación realmente hazlo, esto te dará formalidad, asegura el especialista. Al hacerlo, no tardes más de 24 horas en escribir o llamar.

Potencia la red

Las personas que conoces pueden ayudarte a su vez a conocer a otros que también pueden interesarte. La recomendación de los especialistas es pedirles a ellas referencias a su vez de otras personas que pueden apoyarte.

Sin temor

No tengas miedo de tocar puertas. Puedes acercarte a alguien con el que te interesa concretar una cita a partir de un contacto en un directorio telefónico.

Aquí la recomendación es que te informes lo más posible, ya que esto te permitirá acercarte de una manera más sencilla. Incluso puedes pensar en un tema en común que permita suavizar el contacto, aconseja Félix.

Una recomendación de oro: Sé generoso y da a los demás sin condiciones. No siempre busques algo a cambio.

“Si tienes una buena recomendación o puedes ayudar a alguien simplemente hazlo. La generosidad incrementará de nuevo tu valor y darás una percepción positiva a los que te rodean”, asegura el especialista.

No salgas sin tus tarjetas de presentación. De esta manera será más fácil que la gente te recuerde y te pueda contactar.

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