Hace pocos días se firmó entre los gobiernos de Chile, Perú, Colombia y México un protocolo adicional al acuerdo marco suscrito en junio de 2012 por el cual se formalizó la iniciativa de integración regional denominada Alianza del Pacífico, creada el 28 de abril de 2011. Lo que se agrega es una liberación de 92% de las partidas arancelarias del comercio intrarregional; es decir, que se eliminan los aranceles para el caso de 92% de los productos que se comercializan entre los países firmantes del acuerdo. El 8% restante, que incluye productos agrícolas calificados como sensibles, esta sujeto a una negociación especial que se espera concluya en un plazo máximo de 17 años. Es un paso adicional en la apertura comercial y del mercado de capitales entre estos países. Previo a la creación de la Alianza del Pacífico, México tenía suscritos con cada uno de estos países diversas modalidades de acuerdos comerciales.
Desde hace varios lustros los gobiernos de México han establecido acuerdos de libre comercio con más de cuarenta países. Los antecedentes con los firmantes de la Alianza del Pacífico incluyen el Tratado de Libre Comercio con Chile que entró en vigor el 1 de agosto de 1999. Con Colombia y Venezuela se estableció a partir del 1 de enero de 1995 el denominado Grupo de los Tres, tratado de libre comercio que, como el TLCAN, considera el libre movimiento para los capitales, la apertura en servicios y el tema de las compras gubernamentales. En 2006 Venezuela abandonó el Grupo de los Tres, pero se mantuvo el tratado con Colombia. Con Perú se tenía un acuerdo comercial denominado Acuerdo de Complementación Económica No. 8, vigente desde el 2000. Hay una historia previa de liberación comercial con estos tres países que con los acuerdos recién firmados avanza en el terreno del comercio y se plantea una apertura mayor en los movimientos de capital y en amplias áreas de los servicios.
Como es común en la promoción de estos acuerdos por parte de los gobiernos firmantes se presentan datos macroeconómicos que dan cuenta de lo relevante de la suma de las economías involucradas en la firma. En este caso se afirma que las economías de los cuatro países representan un tercio del PIB de América Latina, la mitad del comercio exterior y reciben dos quintas partes de los flujos de inversión. Sin embargo, la puesta en operación de los tratados comerciales no implica que los datos macroeconómicos mejoren sustancialmente, que existan amplios procesos de complementariedad económica y menos aún que se produzca un crecimiento económico sostenido. En la página de Internet de la Secretaría de Economía se informa que México cuenta con una red de 10 Tratados de Libre Comercio con 45 países (TLCs), 30 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRIs) y nueve acuerdos de alcance limitado (Acuerdos de Complementación Económica y Acuerdos de Alcance Parcial) en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). Es posible que no exista otro país entre las economías en desarrollo que tenga firmados tal cantidad de acuerdos comerciales. El TLCAN tiene dos décadas de estar en vigor, otros acuerdos tienen periodos semejantes de vigencia y ello no se ha traducido en un crecimiento sostenido de la economía del país. Incluso en el tema de la Inversión Extranjera Directa (IED) no hay una correspondencia entre la multiplicación de acuerdos comerciales y un mayor ingreso de capitales del exterior.
En el informe de la UNTAD sobre los flujos de inversión en 2013, México ocupa el lugar doce entre los países que más IED recibieron en el año. En 2012 tuvo el lugar 19. El incremento en los ingresos de IED en 2013 se relaciona con una operación de venta en particular, el grupo cervecero Modelo, adquirido por AB-InBev, con matriz en Bélgica. La UNTAD reporta que la venta involucró 18 mil millones de dólares de los 38 mil millones de dólares que ingresaron el año pasado a México. En 2013, como sucede años antes, los ingresos de IED a China son muy superiores a los de México sin ser una economía con un grado de apertura que pueda equipararse a México. Brasil, con menos acuerdos comerciales, también recibe mucha más IED. Sin entrar a estudiar el impacto de la IED en estas economías, el dato inicial muestra que no hay correlación entre ingreso de IED y multiplicación de acuerdos de libre comercio y puesta en práctica de una política de apertura sin restricciones.
Departamento de Economía Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa.
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