En los pocos días del mes de enero de 2016 el precio internacional de la mezcla mexicana de petróleo mantiene una firme tendencia a la baja. El 31 de diciembre de 2015 registró un precio de 27.37 dólares por barril. El 4 de enero de 2016, primera fecha que informa el gobierno federal sobre precios del petróleo, la cifra fue de 27.04 dólares por barril. En los días siguientes se conservan los descensos, notificando un precio de 21.5 dólares por barril el 12 de enero, el precio más bajo desde el mes de abril del año 2013. La cifra de 20 dólares por barril no está lejana y no se observan condiciones para que los precios se estabilicen con base en un aumento.
El crudo de referencia en el mercado de Estados Unidos, el West Texas Intermediate (WTI) se cotizó el 12 de enero por debajo de los 30 dólares el barril, mientras el referente mundial, el Brent del Mar del Norte se situó apenas por encima de los 30 dólares. Según agencias calificadoras de riesgo, como Standard and Poors (S&P), la disminución en el precio se relaciona con la menor demanda de China, pero también con un exceso de oferta. En la OPEP no hay señales de reducir su producción y otros importantes participantes en los mercados internacionales como Rusia apuestan al aumento. Es también la política que en la materia impulsa el gobierno federal en México, principalmente con el objetivo de incrementar las exportaciones de crudo. Según el economista en jefe de S&P para Europa, Oriente Próximo y África el precio del barril de petróleo podría caer a 25 dólares en los próximos meses.
Hace un año, la mezcla mexicana de petróleo alcanzó un precio de 47.617 dólares por barril, lo que implica una reducción mayor al 50 por ciento. Muy lejos están los precios de 117 dólares por barril del año 2012. En este contexto Petróleos Mexicanos (Pemex) informó sobre los costos con los que está operando actualmente. De acuerdo al boletín de la empresa tiene costos promedio inferiores a 10 dólares por barril. Afirma, con base en reportes presentados ante la Securities and Exchange Commission de Estados Unidos, que son costos menores a los de la mayoría de las grandes petroleras como Exxon, Conoco, Chevron, BP, Shell, Eni y Petrobras. Agrega que el costo de 23 dólares por barril asociado a las actividades de Pemex es un costo esperado a futuro y considera un amplio portafolio de actividades, desde las tareas de exploración hasta la ampliación de infraestructura. El dato no puede ser ignorado y plantea interrogantes sobre el curso futuro de la empresa y los incrementos de la inversión en el conjunto de la industria petrolera.
El comportamiento de las más importantes economías en el futuro inmediato no permite establecer un crecimiento mayor y sostenido. Los datos recientes sobre China indican que la disminución en su ritmo de crecimiento es superior a lo previsto. En Europa no hay signos de crecimiento importante, como tampoco en Estados Unidos. Japón continua en un largo estancamiento y en todas estas economías los niveles de deuda de hogares y empresas no se reducen significativamente, avanzando por el camino de la deflación. El escenario se completa con el fortalecimiento del dólar, frente al euro, pero también ante la moneda de China. Para otras economías calificadas como emergentes la situación es más grave. En México el peso continua depreciándose frente al dólar, alcanzando en el tipo de cambio para solventar obligaciones denominadas en dólares una cifra que ronda los 18 pesos. Hace un año para solventar obligaciones en moneda extranjera el tipo de cambio era de 14.58 pesos por un dólar, lo que implica que actualmente es necesario disponer de casi tres pesos con cincuenta centavos más para adquirir un dólar.
En muchas actividades se utilizan productos importados. En la industria petrolera no es la excepción, comenzando por el alto porcentaje importado de la gasolina que se consume en el país. Las industrias altamente exportadoras, son a la vez altamente importadoras. En conjunto hay serias dificultades para mantener el proceso de financiamiento de la economía del país por la notable adicción al dólar. El escenario de alza en la tasa de interés de referencia en Estados Unidos no es dato positivo y puede implicar mayor inestabilidad financiera.
Departamento de Economía, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa
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