En unas semanas, el Buró de Crédito lanzará al mercado una herramienta para prevenir los fraudes de clientes que solicitan créditos e intencionalmente dejan de pagar hasta llegar a un acuerdo con la institución financiera para liquidar la deuda con el menor monto posible.
“Este tipo de fraude se presenta en los casos donde el dueño de la cuenta desaparece después del endeudamiento, porque no hace el primer pago o realiza inversiones fraudulentas, resultando en pérdidas para los otorgantes de crédito”, detalló la firma.
El producto, denominado Vigilante, busca disminuir los llamados “fraudes de originación”, ocasionados de forma intencional por el cliente, quien se retrasa en los pagos y espera el último acuerdo con la institución financiera para evitar el pago de interés y otros costos acumulados por impago.
“El servicio consiste en evaluar la información de cada solicitud a través de un proceso que contiene reglas sofisticadas que realizan comparaciones para encontrar patrones que pudieran alertar ante una solicitud con posibilidad de fraude”, explicó el buró.
Con esta herramienta, el Buró de Crédito busca ampliar sus servicios para detectar fraudes entre usuarios del servicio financiero. En años recientes, el esfuerzo de la entidad se había enfocado en alertar sobre el robo de identidad; sin embargo, ahora busca disminuir el riesgo entre clientes morosos.
A partir de la evaluación que realiza la herramienta entre los hábitos de pago de los usuarios, las solicitudes que tienen coincidencias con los registros de impago son clasificadas en filas de alertas para ser analizadas por las áreas de fraude de cada institución financiera para determinar si procede o se detiene la solicitud de crédito.
En el sector financiero este fraude es conocido como bust out, caracterizado por clientes que buscan la obtención de crédito o servicios, así como la ampliación de la morosidad desde los primeros pagos que deben realizar de sus créditos, donde se tiene la firme intención de no liquidar el préstamo.
Ante el crecimiento sostenido que ha tenido el crédito al consumo en el país, el impago de los clientes en este segmento ha registrado alzas marginales. De acuerdo con datos más recientes de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el índice de morosidad (IMOR) tuvo un alza 0.09 puntos porcentuales, al ubicarse en 4.15% en marzo de este año en comparación con el mismo mes de 2016.
Así, el IMOR de la cartera de tarjeta de crédito se ubicó en 5.04%, 0.07 puntos porcentuales más que el año anterior, mientras que los créditos personales presentaron una tasa de 5.31%, 0.20 puntos porcentuales más respecto a la cifra registrada en marzo de 2016.
En tanto, los créditos de nómina registraron un IMOR de 2.96%, equivalente a un alza de 0.17 puntos porcentuales.