Con la llegada del representante de comercio de Estados Unidos (EU), Robert Lighthizer, la renegociación de Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) “no será un diálogo sencillo”, será “complejo”, aseguró el ex subsecretario de Comercio Exterior, Francisco de Ro- senzweig Mendialdua.
Lighthizer, quien será el encargado estadounidense de la negociación comercial, es un abogado con 20 años de experiencia en comercio exterior, especialmente en remedios de esa índole, como casos de subvaluación —exportación de productos por debajo del precio de mercado—.
Fue el segundo de a bordo de la representación comercial estadounidense (USTR, por sus siglas en inglés) de 1983 a 1985, durante la administración de Ronald Reagan.
“Conoce las herramientas comerciales para lograr ciertos beneficios en cuestión de negociaciones comerciales. Por lo que parece que será una negociación compleja con alguien tan preparado y experimentado”, dijo.
Aunque como funcionario estadounidense tiene una responsabilidad pública que lo llevará a buscar la defensa de los intereses de su país, también tendrá el reto de encontrar equilibrios y balances en las negociaciones.
“No van a ser un diálogo sencillo, pero también es cierto que del lado mexicano hay gente sumamente preparada como el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, quien es un negociador duro”, aseguró.
Lo que sigue, después de que el jueves pasado el pleno del Senado de la Unión Americana ratificó a Lighthizer, es que envíe al Congreso estadounidense la notificación de la renegociación del TLCAN y en cualquier momento se puede enviar la carta, “será cuestión de días o semanas” y ahí deberán definir el alcance de las negociaciones.
La carta que envíe a los congresistas seguramente será conceptual, donde se establecerán temas de manera general, pero no habrá grandes definiciones, porque no se preestablecen condiciones ni resultados.
Admitió que será deseable se dé una renegociación trilateral y no bilateral, es decir, entre Canadá, Estados Unidos y México, porque se puede perder mucho si los estadounidenses entablan un diálogo por separado con cada país socio.
“Es importante que se conozca el contenido de la notificación que se mande al Congreso y hasta que no se mande no vamos a tener claridad de ideas, pero si tomamos en cuenta el borrador de cuáles serían los alcances de la renegociación, que se filtró hace casi mes y medio, puede decirse que era un documento con ideas buenas, porque se habló de incluir algunos de los capítulos negociados en el Acuerdo de Asociación Transpacífico, un tratado que firmó Estados Unidos en febrero de 2016 y que dejó con la llegada de Donald Trump”.
“Desde 2015, el Ejecutivo cuenta con la llamada autoridad para negociar tratados comerciales o TPA, por medio de la cual una vez que concluye la negociación y se tiene listo el documento, se presenta a los congresistas para que lo ratifiquen o rechacen, pero no se les permite hacerle cambios. Por lo que sólo faltaría notificar a los congresistas del interés de renegociar”, comentó Rosenz- weig Mendialdua .
En 2015, el Congreso le autorizó al Ejecutivo estadounidense negociar libremente acuerdos, y mientras se haga bajo esas bases no se debe pedir un nuevo permiso para tener esa autoridad para negociar.