La calificadora Fitch Ratings confirmó la calificación de México en BBB+ con perspectiva estable, al asegurar que la nota crediticia del país está respaldada por la base económica diversificada y un historial de políticas económicas disciplinadas que han anclado la estabilidad macroeconómica y han contenido desequilibrios.
”Estas fortalezas contrarrestan las restricciones de calificación de México, que incluyen su crecimiento económico moderado, debilidades estructurales en sus finanzas públicas penetración de crédito superficial y debilidades institucionales destacadas por la alta incidencia de la violencia y la corrupción relacionadas con las drogas”, dijo la agencia.
Para Fitch, un aumento en los precios del petróleo, la estabilización de la producción petrolera y la implementación continua de reformas estructurales podrían respaldar el crecimiento, aunque persisten incertidumbres en torno a las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLCAN) y las elecciones de julio próximo que podrían seguir nublando el contexto de inversión y crecimiento.
“Los resultados de las próximas elecciones presidenciales pueden presentar algunos riesgos. Bajo una administración liderada por el candidato izquierdista, Andrés Manuel López Obrador existe el riesgo de una implementación más lenta de la reforma especialmente en el sector energético, una reorientación de la política económica hacia una mayor intervención estatal y un gasto fiscal más alto que no puede descartarse”, dijo.
En ese sentido, es factible que la volatilidad del mercado financiero podría intensificarse antes de las elecciones del 1 de julio o después y representar otro obstáculo para el crecimiento y la inversión.
“Sin embargo, los controles y equilibrios institucionales, un congreso probablemente dividido y salvaguardas constitucionales sobre algunas de las reformas estructurales podrían evitar una salida rápida y marcada bajo esta administración”, dijo Fitch Ratings.