Una crisis económica derivada de los flujos de capital, como la que visualiza el Fondo Monetario Internacional, tendría resultados catastróficos, dijo el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
El vicepresidente de estudios económicos del instituto, Mario Rodarte, aseguró que el mayor efecto estaría en los mercados emergentes, ya que se podría provocar una burbuja especulativa, la cual al estallar podría causar severos daños a la económía y finanzas de los centros receptores de los flujos de capital.
Añadió que ante esa situación, se necesita una actuación conjunta de las principales economías en el mundo: los desarrollados, los BRICS y emergentes.
Mario Rodarte dijo que es momento de reconsiderar el exceso de optimismo que ha invadido a algunos personajes.
Desde el punto de vista del IMEF, los resultados que se dieron a conocer de variables económicas como las exportaciones, la confianza de los consumidores y la producción industrial para el segundo y tercer trimestre del año confirman la desaceleración económica.
Rodarte dijo que esa situación ya se había percibido en el indicador IMEF del entorno empresarial, en donde ya se apuntaba a la baja la expectativa de crecimiento.
“Si bien no se trata de ningún tipo de contagio de la crisis europea todavía, que en todo caso llegará a nosotros a través de Estados Unidos, estamos a buen tiempo de prevenir un mayor deterioro”, enfatizó.
Agregó que se tienen que enviar señales de una transición suave en la administración federal, como del intenso trabajo legislativo para sacar adelante algunas reformas.
El IMEF ratificó la proyección de crecimiento económico para México de 3.8%, con una inflación cercana a 4% y un tipo de cambio por debajo de 13 dólares por unidad.
No hay evidencia de que pudieran presentarse problemas de desequilibrios fiscales o en las cuentas externas, la tasa de desocupación abierta podría mantenerse por arriba de 5% en el año y con la perspectiva de los precios petroleros, la perspectiva es que 2013 presenta una oportunidad para concentrarse en reformar todo aquello que limita el crecimiento de la economía.
