Continuar con la profundización de las relaciones comerciales de México con sus socios ya existentes y defender los intereses del país en materia comercial, deben ser los estandartes de la política económica adoptada por el gobierno de Enrique Peña Nieto, recomendó Beatriz Leycegui, ex subsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía.
“El reto tiene que ver en cómo se integra México a las cadenas globales de valor, ya que ello implica que países emergentes crezcan y los grandes decidan invertir en éstos, por lo cual se debe incluir mayor valor nacional, se hagan las adecuaciones para mejorar el mercado interno y por ende la participación en el internacional”, dijo.
Destacó que en 2011 México es uno de los mercados más competidos siendo segundo proveedor de Estados Unidos, dejando atrás a Canadá y acercándose a China, pero debe seguir generando acuerdos con mercados más dinámicos y emergentes.
Detalló que en su caso al frente de la subsecretría, ante la dificultad de avanzar en la agenda, se tuvo que priorizar y en los primero años que le tocaron, se optó por profundizar las relaciones regionales con Estados Unidos, país al cual se dirige 80% de nuestras exportaciones.
“También buscamos crecer el comercio con América Latina al ser la segunda región más dinámica del mundo, mientras que se iniciaron al final del sexenio las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés)”.
Un tema pendiente que la ex funcionaria sumó, fue el adoptar una agenda integral con países asiáticos, en especial China.
Dijo que se logró el Tratado de Libre Comercio, llamado TLC Único con Centroamérica y otro con Perú, y se profundizó el existente con Colombia y, se hizo la Alianza del Pacífico para que Colombia, Perú, México y Chile, ahonden su relación comercial.
En cuanto a la defensa legal en temas comerciales, dijo que no se debe ceder y ejemplo de ello es que se ganaron seis casos ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). “De no cumplirse las condiciones necesarias, el gobierno debe accionar los diversos mecanismos disponibles para la solución de controversias con el fin de restablecer los equilibrio e impedir que se vea afectada la competitividad.