Fuera de calendario, la junta de gobierno del Banco de México (Banxico) subió la tasa de referencia en 50 puntos base, de 3.25% a 3.75%, lo que a decir de analistas significa que se encarecerá el costo del dinero.
El apretón de la política monetaria es parte de la contribución del banco central para enfrentar el impacto negativo de la caída de los petroprecios, sus efectos sobre el tipo de cambio y evitar una probable contaminación de la inflación para que no afecte los bolsillos de los consumidores.
Así lo informó el gobernador de Banxico, Agustín Carstens, en una conferencia de prensa conjunta inédita con el titular de Hacienda, Luis Videgaray, en Palacio Nacional.
En el evento se anunció que la Comisión de Cambios suspendió las subastas de dólares y que sólo intervendrá directamente de manera discrecional cuando sea necesario, como ocurrió ayer, acción que calificó como una “protesta” frente al mercado.
“El tipo de cambio estaba desalineado con respecto a los valores que nosotros pensamos que son congruentes con nuestro marco macroeconómico; entonces fue una manera, por decirlo así, de protesta, y que quedara muy claro nuestro rechazo hacia esos niveles.
“No es un rechazo gratuito, es un rechazo que está, sobre todo, fundado en una convicción de fortaleza macroeconómica que se refuerza con las acciones que tomamos”, dijo.
Comentó que el incremento de la tasa no es el inicio de un ciclo alcista, Banxico permanecerá vigilante y atento a la posición que tome Estados Unidos, para seguir actuando en aras de preservar la estabilidad de precios y consolidar el objetivo de inflación de 3%.
Estrategias desestabilizadoras. El gobernador del banco central denunció que se detectó que en el mercado de cambios se estaban efectuando algunas “estrategias desestabilizadoras”, aprovechando que el peso mexicano es de las monedas que más se usan en el mundo.
“El peso se usa como un proxy, por llamarlo así de alguna manera, para cubrir contra otro riesgo, eso es un tema que podría seguir sucediendo. Sin embargo, habría muchas otras estrategias que se estaban utilizando, que estaban siendo presentes en el mercado, que estaban desestabilizando al tipo de cambio y llevándolas a un nivel que no era el apropiado”, abundó el responsable de la política monetaria del país.
Carstens también manifestó que en el programa de ajuste fiscal y monetario no está incluido recurrir a la línea de crédito flexible con el Fondo Monetario Internacional. Es una “línea de defensa” que se activará en emergencia.
El gobernador de Banxico señaló que en la “prensa, en interacciones con diferentes sectores de la economía, con analistas”, sí se percibía que había un “campo fértil para que las expectativas de inflación empezaran a desalinearse”, y que eso pudiera tener un eventual impacto sobre el comportamiento de los precios.