La construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) representa una oportunidad para la constructora mexicana ICA de recuperar su liquidez. La empresa ha ganado siete obras importantes en el NAIM, mismas que le generarán ingresos por más de 25 mil millones de pesos, prácticamente el mismo nivel de contrataciones de toda la división del segmento de construcción civil que tenía la compañía durante el primer trimestre de 2017, antes de que entrara en concurso mercantil, el cual ascendía a 29 mil 96 millones de pesos.
ICA construirá parte del Edificio Terminal en forma de equis; las plantas centrales de servicios; la terminal de carga y su edificio satélite; la losa de cimentación de la terminal; la red de distribución eléctrica y subestaciones, incluyendo el cableado estructurado del nuevo aeropuerto; la obras de drenaje profundo y los caminos de acceso al edificio terminal.
El 1 de marzo, ICA salió del concurso mercantil al llegar a un acuerdo con sus principales acreedores, quienes perdonaron 90.9% de la deuda de 64 mil 163 millones de pesos, a cambio de acciones de la empresa.
Por lo tanto, la constructora mexicana no debe dinero y ahora su principal objetivo es generar flujo de efectivo mediante la contratación de obra para volver a ser una empresa rentable.
Los contratos de mayor monto en el NAIM son la losa de cimentación del Edificio Terminal por 8 mil 764 millones de pesos; la Terminal de Carga, el Edificio Satélite y Mantenimiento de Aeronaves por 8 mil 288 millones; y la Red de Distribución Eléctrica de media tensión en 23KV y Subestaciones, incluyendo el cableado estructurado del Nuevo Aeropuerto; por 4 mil millones de pesos.
ICA también participará en la construcción del Edificio Terminal en forma de equis, pero participará sólo con 14.29% de esta obra, es decir, le tocarán unos 12 mil 121 millones de pesos de los 84 mil 828 millones que costará la terminal aérea.
Amin Vera, director de Análisis Económico de Black Wallstreet Capital, dijo que por la magnitud de las obras del nuevo aeropuerto, había ciertos proyectos que sólo podía hacer ICA, porque contratar a una empresa extranjera hubiera resultado más costoso.
Sin embargo, la construcción del nuevo aeropuerto se ha politizado y cualquier decisión que afecte la obra puede volver a poner en riesgo a la empresa.
“Hay ciertas obras, en específico en el nuevo aeropuerto, que le tenían que tocar a ICA”.
“Ahora, desde hace meses el asunto del aeropuerto está politizado y en el momento en el que alguien quiera dar un golpe político, se pueden meter en un problema.
“Las adjudicaciones de gobierno no siempre son una seguridad, hay que recordar que a ICA la quebró el hecho de que el gobierno no le pagó en tiempo y forma, lo que supuestamente le debía”, explicó.
Antes de que ICA entrara en concurso mercantil, el gobierno federal le debía dinero de Línea 12 del Metro, algunos hospitales del IMSS y proyectos carreteros.
Otro analista que prefirió no ser citado, agregó que se debe considerar que todo ese dinero entrará a la compañía de manera escalonada, porque los contratos son multianuales y como va en consorcio con otras empresas puede recibir menos dinero de lo estimado.
Además, para que la empresa constructora vuelva a cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores tiene que entregar su información financiera.
“Cuando salieron del concurso mercantil las vivienderas se apuraron para volver a entregar su información financiera para volver a cotizar. Ellos [ICA] están tomando otro tipo de estrategia y por lo mismo, no hay mucho interés de los inversionistas porque la información no ha fluido de forma adecuada”, indicó.
En el primer trimestre de 2017, el estado de contratación de ICA, es decir, los proyectos que tenía en marcha, pasaron de 60 mil 759 millones de pesos a finales de 2016 a 71 mil 959 millones al 31 de marzo de 2017, un incremento de 18%, debido al contrato adjudicado en consocio con otras seis empresas para la construcción de la terminal del NAIM.
Pero es la última información financiera sobre el estado de contratación que hay disponible de la empresa.
Con 71 años de operación en el país, ICA tiene amplia experiencia en obras de gran tamaño como un aeropuerto.
ICA construyó la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, proyecto que incluyó cinco edificios, puentes peatonales, banquetas, la barda perimetral y jardines, además de cinco pistas de rodaje, seis kilómetros del ducto que surte la turbosina, la planta de tratamiento de aguas, el drenaje pluvial y el suministro de agua potabilizadora.
La Terminal 2 ocupa una superficie de 42 mil 496 metros cuadrados y entró en operación en noviembre de 2007. A través de su subsidiaria OMA, ICA opera 13 terminales aéreas en el país, incluyendo el Aeropuerto Internacional de Monterrey.
En manejo y operación de sistemas de agua y drenaje profundo, ICA construyó varias presas en Jalisco, Sinaloa, Estado de México e Hidalgo y actualmente está construyendo el Túnel Emisor Oriente, el cual duplicará la capacidad instalada para el desalojo de los excedentes de agua durante la temporada de lluvias de la Cuenca del Valle de México.
Para el NAIM, la empresa se encargará de construir el túnel de drenaje pluvial profundo, un sistema de colectores a base de tubería que se instalarán de manera paralela a las pistas y una planta de bombeo.
El túnel del drenaje profundo del Nuevo Aeropuerto Internacional de México se interconectará con el Dren General del Valle y, en caso de ser necesario, los escurrimientos se bombearán a las lagunas de regulación de la Conagua.
Vera agregó que los contratos en el NAIM serán de gran ayuda para ICA, pero existen muchos factores de inestabilidad política. “Su gran desventaja, y eso es algo que las calificadoras nunca vieron, es que ICA realmente tiene pocos clientes”.
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