El arranque de la primera ronda de renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) estuvo acompañado de las primeras grandes diferencias entre México y Estados Unidos, sobre todo en los temas de contenido nacional en el sector automotriz y de autopartes, en lo laboral y en la propiedad intelectual, principalmente.
Fuentes del sector aseguraron que en lo laboral, Estados Unidos fijó una posición para definir esquemas salariales en la industria manufacturera, mientras que Canadá y México solicitaron formalizar algunos mecanismos internacionales como los que tienen en la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El tema de los salarios para los trabajadores de la región es un asunto que, hasta la fecha, no se incluyó en las peticiones de EU.
En propiedad intelectual, México considera sólo otorgar cinco años de protección explícita y tres de implícita, mientras que Estados Unidos pidió 12 años.
En comercio electrónico o digital hay diferencias desde las legislaciones, porque los estadounidenses permiten importaciones libres de impuestos, conocidas como franquicias, por 800 dólares, mientras que en Canadá la cifra es de 20 dólares y en México de 50, explicaron fuentes del sector.
Entre los nuevos temas que se incluyeron, como manipulación cambiaria, Estados Unidos planteó que no se utilice el tipo de cambio como mecanismo para hacer más competitivo a un país, algo que ni los canadienses ni los mexicanos tienen inconveniente.
Para el sector textil se coincidió en la necesidad de impedir la comercialización de ropa usada, pero se pide reducir el número de componentes asiáticos importados y que se sustituyan con materia prima de la región, y aplicarlo en la industria de mueblería y de autopartes.
En los dos primeros días de la primera ronda de renegociación iniciaron sesiones 15 mesas de trabajo, de las cuales varias concluyeron sus trabajos, de acuerdo con la agenda, que fueron: textiles, anexos sectoriales no agrícolas, pequeñas y medianas empresas (Pymes), manipulación cambiaria, medidas sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio, laboral y procedimientos aduaneros.
En el capítulo de Pymes se sabe que México busca considerarlas para que haya compromisos para encadenarlos a los procesos de producción de las grandes empresas.
El déficit fue otro de los asuntos que surgió durante la reunión entre el representante comercial de EU, Robert Lighthizer, y el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, porque insistieron en que es necesario reducir los 60 mil millones de dólares que hay de diferencias entre las exportaciones mexicanas a Estados Unidos y las importaciones de productos americanos al país.