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La falta de ingresos presupuestarios para cubrir las intenciones del gasto público generará muchas presiones fiscales al gobierno federal en lo que resta del sexenio, advirtió el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
En conferencia de prensa, el director general del CIEP, Héctor Villarreal, dijo que estas presiones condicionarán a que la próxima administración federal tenga que realizar como primer cambio estructural una nueva reforma hacendaria.
“Tenemos un gobierno que quiere, pero no puede. Tenemos una administración con poco dinero para gastar y, por eso, no vemos cambios presupuestarios en el paquete de 2015. Vemos muchas presiones fiscales en lo que resta del sexenio”, destacó el experto.
Ante la falta de recursos, el directivo explicó que el gobierno federal pretende resarcir esos recursos a través de más deuda, la cual se viene acumulando desde 2009.
“El nivel de deuda en México no es preocupante, pero sí observamos una tendencia peligrosa que no se va reducir”, añadió.
El gobierno federal estima que el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público (que es la expresión más amplia de la deuda en México) cerrará este año en 42.2% como proporción del PIB y para 2015 ascenderá a 43.3%.
El CIEP estimó que para el cierre de 2018 este endeudamiento alcanzará un nivel de 51%, lo que significa que tan sólo en la presente administración se incrementará en 10 puntos porcentuales.
“Es un nivel todavía manejable, pero el problema es que somos un país que recauda muy poco; entonces, nuestra capacidad crediticia no es muy alta y es fácil que las agencias calificadoras se empiecen a poner nerviosas y más si coincide con un problema de liquidez internacional, pero es factible que al cierre del sexenio tengamos esos 10 puntos más de deuda”, detalló Héctor Villarreal.
Aunque el Proyecto de Paquete Económico 2015 que envió el Ejecutivo al Congreso de la Unión sí contempla elementos de las reformas estructurales, el experto indicó que aún son menores.
“Por el lado del ingreso, habrá que dar seguimiento a los recursos petroleros, mientras que por el lado del gasto encontramos presiones inerciales ante la ausencia de recursos extras que dejan poco margen a programas nuevos”, añadió.
Preocupa déficit
El Instituto Mexicano para Ejecutivos de Finanzas (IMEF) también externó su preocupación por el incremento del déficit presupuestario, lo cual —añadió— tendrá que ser motivo de observación y análisis para mantener la estabilidad económica y de las finanzas públicas.
El presidente nacional del IMEF, Daniel Calleja, explicó que otro aspecto de consideración fue el recorte de un punto porcentual a la estimación del PIB, de 4.7 a 3.7% para 2015.
Subrayó que esa disminución en el pronóstico deja claro que los efectos de la reforma fiscal sobre el crecimiento económico del año próximo son nulos, además de que los beneficios de las reformas serán en el mediano plazo. “No se está contemplando algún beneficio en el crecimiento del PIB para 2015”.
Por separado, el Instituto Mexicano de Contadores Públicos aseguró aunque el gobierno adquirió el compromiso de no modificar el sistema tributario, debería reconsiderar facilidades administrativas, incentivos a la inversión productiva y al empleo, a fin de hacer un esquema fiscal más sencillo para los contribuyentes.