La economía mexicana enfrenta grandes desafíos y rezagos que se deben resolver, pero no está en bancarrota, opinan empresarios, autoridades y especialistas.
El domingo, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, dijo que recibirá un país en bancarrota y, prevé que no podrá cumplir las demandas de la población.
Claudio X. González Laporte, presidente del Consejo de Kimberly Clark y ex presidente del Consejo Mexicano de Negocios, consideró que los comentarios del próximo presidente son para matizar que no cumplirá con todas las promesas de campaña porque no hay recursos suficientes, durante su participación en el Foro Económico Forbes 2018, El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, comentó que para los inversionistas la confianza es prioritaria para desarrollar proyectos y generar empleos, y que los principales problemas de México son la baja inversión en infraestructura, la corrupción y la inseguridad, principalmente.
A pesar de los comentarios de López Obrador, los mercados no reaccionaron negativamente. El principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores registró un retroceso de 0.43%, desempeño similar al de sus pares estadounidenses, mientras que el dólar al menudeo cerró en 19.45 pesos.
“No es bancarrota. Las finanzas públicas y el sector privado no están quebrados, México mantiene posibilidades de pago de deuda externa sin problema, entonces no puede calificarse de bancarrota.
“Más que eso es una insuficiencia de ingresos públicos ante todo lo que se tiene que atender”, explicó Aníbal Gutiérrez, investigador de la Facultad de Economía de la UNAM.
El presidente de la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas, Enrique Bojórquez, dijo: “No estamos en una economía boyante y no somos un país rico; estamos en desarrollo... me parece extremo pensar que estemos en bancarrota”.
La Secretaría de Hacienda remitió la posición del gobierno a declaraciones pasadas del titular de la dependencia, quien afirmó que hay solidez en las finanzas públicas.
El viernes de la semana pasada, luego de una reunión privada con el CCE, el secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya, destacó que México tiene finanzas públicas sanas, estabilidad anclada, una inflación que converge a la meta del Banco de México, con un sector financiero bien capitalizado y líquido, y que se debe seguir trabajando para mantenerlo.
De acuerdo con el funcionario, entre 2014 y 2018 el Producto Interno Bruto de México se expandió a una tasa promedio de 2.7%, mayor a la de Chile, Argentina, Brasil y Estados Unidos.
Las calificadoras Standard and Poor’s, Moody’s y Fitch tienen en la categoría de grado de inversión a México, un respaldo a la economía y finanzas nacionales.
El director general de Inteligencia Pública, Marco Cancino, dijo que ahora que el equipo de López Obrador está haciendo las cuentas, “están viendo que no hay mucho para dónde hacerse. El margen de acción del gobierno es limitado y se están dando cuenta de que es insuficiente para financiar sus propuestas de campaña, y a alguien le tienen que echar la culpa”.
Consideró la declaración del presidente electo como desafortunada porque eso implica que México está en un nivel de riesgo elevado y de ser así, “las calificadoras ya nos hubieran degradado”.
Las bancadas de Morena, PRI, PAN y PRD en el Senado confrontaron opiniones sobre las declaraciones del presidente electo Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que el país está en “bancarrota” y por eso no podrá cumplir las demandas de la gente.
El coordinador de Morena, Ricardo Monreal coincidió con AMLO y dijo que el país está hecho pedazos “es impresionante el estado de descomposición social”.
El coordinador del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que el actual gobierno deja un país con estabilidad, cifras históricas de empleo e inversión extranjera.
Damián Zepeda, coordinador del PAN, aseguró que el futuro gobierno “se está poniendo el huarache antes de espinarse, como que está queriendo decir que si no cumple es por ello”.
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