El problema del dictamen de la reforma fiscal, aprobado por la Comisión de Hacienda y Crédito Público en la Cámara de Diputados, es que no considera un modelo claro de desarrollo económico y social, aseveró César Lachira, experto de la Universidad Autónoma de Querétaro.
“No es una reforma, es una miscelánea fiscal. Este tipo de impuestos, como 5% (de IVA) a la comida chatarra y un peso más al costo por litro de bebidas endulzadas, va más enfocado a la recaudación”, dijo Lachira.
Los recursos recaudados por el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en productos chatarra, por ejemplo, debería de ir a un fondo especial para combatir la obesidad, igual con los recursos de los productos refrescantes que también deberían de destinarse al sector salud, pero como va directamente a la recaudación global es evidentemente recaudatorio, aseguró Lanchira, en entrevista.
“No tiene sentido subirle (el costo), porque las personas no van a dejar de consumir”, advirtió.
En cuestión de exportaciones, lo que afecta es el régimen fiscal que se ha establecido sobre las importaciones temporales, para la creación de un producto total que se comercializará en el exterior.
Esta implementación, eleva el costo del producto y reduce su competencia en mercado global.
El catedrático de la UAQ, Humberto Banda, dijo que de esa reforma no todo es negativo, porque favorece a la clase media con la eliminación de las propuestas como el IVA a escuelas privadas, hipotecas y rentas de bienes inmuebles.
Sobre el impuesto a los refrescos y comida chatarra, dudó que esas medidas disminuyan el consumo, pero aseguró que sí implica una mayor recaudación para el estado.
Dijo que el alza no afecta mucho a la gente, pues son precios “ciegos” para la clase media y rica, en todo caso, los afectados podrían ser las personas de bajos recursos.
Parálisis en EU
Respecto al tema del acuerdo sobre el “techo” de la deuda del gobierno de Estados Unidos, César Lachira dijo que el problema “no ha quedado resuelto totalmente”, porque el asunto se ha pospuesto para febrero del próximo año, y el presupuesto, para enero.
“Se resolvió a corto plazo, cuando debieron hacerlo a largo plazo”, opinó Lachira; para febrero será “bastante peligroso” para la economía global, dijo