La fiebre por comprar artículos electrónicos, principalmente pantallas, se desató en Querétaro desde los primeros minutos de este viernes cuando dio inicio el Buen Fin.
Antes de la medianoche, cientos de consumidores se congregaron a las afueras de las tiendas departamentales, en donde esperaban con ansiedad que abrieran las puertas para encontrar algunas de las presuntas ofertas que se prometieron para este Buen Fin.
El estacionamiento de la Plaza Comercial Esfera, una de las más visitadas en la actualidad en la capital queretana, lucía a tope casi a las 12 de la noche, pues no cabía ni un auto más, mientras que al exterior de Sams, una de las tiendas departamentales más grandes se congregaban los consumidores, ávidos por adquirir algunos de los numerosos artículos que ahí se ofertaban.
A las 12:01 se levantó la cortina de entrada de la tienda. Todos querían ser los primeros en ingresar. Como en una estampida, los presentes se trompicaban, con tal de ganarle el turno a la persona de al lado, a tal grado que hubo varios atropellados con los carritos de supermercado. Los buenos modales quedaron para otra ocasión.
Muchos clientes cansados pero con el ánimo bien puesto de comprar en el Buen Fin, traían a sus pequeños hijos ya dormidos, cargarlos en sus brazos era ya imposible, mejor los acomodaban en el carrito que se utiliza en la tienda departamental.
Lo primero que hacían los clientes, era localizar el área de pantallas. Todos buscaban ofertas, tamaños y facilidades de pago, principalmente en lo que tiene que ver a meses sin intereses.
Compran pantallas.
Entre el mar de personas que se peleaban por ser de los primeros compradores durante el Buen Fin, nos encontramos a Francisco Lorenzo, un hombre de aproximadamente 60 años, a quien pese los años se le notaba una pila bastante cargada en su búsqueda por la mejor pantalla.
Francisco Lorenzo, quien se dedica la venta de casas, confesó que tiene una adicción a comprar pantallas cada año durante el Buen Fin.
“La verdad es que yo percibo que si está muy barato. A mí me encanta comprar pantallas, es lo que prefiero regalarles a mis hijos, soy un fanático de esto”.
Hay mucha gente, pero no veo una rebatinga por las pantallas grandes, pese a que si se observan grandes descuentos, aseguró.
Para esta fecha, explicó, que aprovecha las promociones que se dan a meses sin intereses a través de las tarjetas de crédito, “debido a que eso me permitirá no desembolsar 30 mil pesos en una sola exhibición. Pagaré alrededor de mil 800 pesos al mes, el plan es muy cómodo”.
Eduardo Álvarez, un hombre que en apariencia no rebasa los 25 años de edad, fue de los primeros queretanos, que espero la llegada de el Buen Fin para comprar dos pantallas, cada una con valor de 25 mil pesos.
“Mi papá comparó precios por la mañana y por eso estamos muy convencidos de venir aquí, debido a que nos estamos ahorrando como diez mil pesos. Yo digo que sí está más barato ahora, más allá de que la mercadotecnia haga su labor de convencimiento”.
El Buen Fin es para la familia de Eduardo una fecha muy esperada para comprar pantallas, debido a “que tenemos que rifar una entre los amigos y la familia, mientras que la otra será para la casa. Todo lo pagaremos en efectivo, son 50 mil pesos, no usaremos la tarjeta de crédito. No teníamos nada que hacer ahora en la noche y aprovechamos para hacer nuestra compra en la medianoche”.
Registro de comercios.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) delegación Querétaro, Gerardo de la Garza Pedraza, precisó que son 800 comercios los que participan en el programa de el Buen Fin, “sin embargo se tiene considerado que otros mil 500 de manera adicional se incorporen de última hora”.
En la Canaco, dijo, se lleva el registro de los comercios que participan en el programa, a fin de verificar que se cumpla con los descuentos que le prometen al consumidor y nosotros calculamos que en Querétaro las ventas durante el Buen Fin generarán una derrama económica cercana a los 520 millones de pesos, que representa un incremento del 10% frente a lo que se alcanzó el año anterior.
La delegada de la Procuraduría Federal de Protección al Consumidor (Profeco), Dalia Garrido Rubio, informó que desde el inicio de el Buen Fin se ha implementado un operativo de vigilancia para corroborar que se respeten los precios que les prometen a los clientes y aseguró que ese organismo se encuentra en revisión para checar que no se cometan abusos.
“Se aplica una multa económica hasta por 3.5 millones de pesos o clausura cuando no se respeta la promoción que se promete al consumidor; otro factor para una sanción es que no exhiban precios al público o que nieguen productos sin causa justificada por discriminación; también cuando estén comercializando en idioma diferente al español o cobren exclusivamente en dólares o euros. Nadie puede incrementar sus precios de última hora”, explicó la funcionaria.