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A pesar de las distintas medidas tributarias que se implementarán por la Reforma Hacendaria, la recaudación de impuestos en México se mantendrá como una de las más bajas del mundo, por debajo los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el promedio de América Latina, reveló el Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo 2013-2018.
De acuerdo con el documento de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la reforma hacendaria implica un aumento de los ingresos tributarios de 2.4% del producto interno bruto (PIB) hacia 2018.
Actualmente, los ingresos tributarios en México, sin el efecto de la reforma, son del orden de 9.2% del PIB, lo que significa que con los cambios aprobados por el Congreso de la Unión contribuirán a que ese nivel crezca a 11.6% en 2018.
Aun con ese incremento, México estará por debajo de la OCDE y AL, que actualmente cuentan con ingresos tributarios promedio de 18.4% y 26.3% del PIB, de manera respectiva.
El reporte reconoció que el nivel reducido de la recaudación limita la capacidad del Estado para atender las necesidades de la población en áreas como educación, salud, seguridad pública e inversión en infraestructura.
Destacó que el sistema fiscal se caracteriza por tener una capacidad limitada para disminuir la desigualdad en la distribución del ingreso, lo cual la ubica por debajo de la mayoría de las economías desarrolladas y de países con niveles similares de desarrollo como Chile y Turquía.
Para no afectar a los grupos de población más vulnerables, la SHCP informó que la Reforma Hacendaria preservó la tasa cero del IVA para los alimentos y medicinas, ya que las familias más pobres del país destinan cerca de la mitad de sus recursos al consumo de esos bienes.