A pocos días de terminar el año, las empresas se organizan para realizar sus festejos decembrinos, una oportunidad para convivir, pero también un momento de estrés ante la presión de liberar pendientes y participar en eventos como preparar regalos para clientes y empleados.
Obsequiar puede convertirse en una herramienta de incentivo, si se usa con la estrategia correcta, como vincular los regalos al concepto de reconocimiento y de comunicar agradecimiento, opina la comunicadora organizacional y asesora de imagen, Maritza Olvera.
Diciembre es un buen momento para aprovechar las ventajas del regalo corporativo.
Contrario a lo que se cree, estos presentes no son un ‘requisito de temporada’ sino una vía para agradecer una relación de negocios, dice el consultor en Imagen Pública y director de Imagen Excellence, David Navarro.
El regalo puede ser un medio para diferenciarse como empresa y gratificar al empleado, pero las organizaciones caen en el error de convertir esta actividad en un hecho mecánico y aburrido, cuando pudieran aprovecharlo como estrategia de vinculación, asevera Navarro. Un regalo a título empresarial debe tener como finalidad “abrir la puerta” a futuras negociaciones, o estrechar un lazo de compromiso con los colaboradores, ejemplificó el especialista.
El experto en protocolo y etiqueta afirma que lo más importante de un regalo es el mensaje que transmite.
Otra falla recurrente es querer “lucirse” con regalos extravagantes o llamativos, pero poco funcionales, cuando la primera regla es peronalizar el obsequio a las necesidades de quién lo recibirá.
Cuidado con el obsequio
Un regalo corporativo tiene el objetivo de hacer memorable a una empresa, y para ello es importante atender a los siguientes puntos:
1. Un detalle ¿para qué? Cualquier atención hacia el empleado, por pequeña que sea, debe cumplir ser útil en su vida diaria, y no un objeto que termine en el cajón del escritorio. El ‘corazón’ de un regalo corporativo es que transmita experiencia y diferenciación, describe Olvera. No tiene por qué que ser un obsequio caro, pero sí debe reflejar que hubo “cuidado” al elegirlo. La envoltura y presentación valen son importantes porque agregan el factor sorpresa.
2. Estar a tiempo. La puntualidad en la entrega es clave y requiere de logística. Si se enviarán varios obsequios es importante que no lleguen al mismo tiempo.
Una sugerencia es entregarlos por nivel jerárquico: primero a los empleados de base, después al equipo gerencial y, al final, los directores. “Si el presente llega fuera de fecha perderá su efecto y será contraproducente porque denota olvido y poco cuidado”, apunta David Navarro.
3. Incluir un extra. La tarjeta de agradecimiento es un detalle importante, porque emite un mensaje de “atención” a quién recibe el obsequio. La clave es romper con la rutina de poner un mensaje corporativo como “gracias”. Es mejor colocar una frase original para felicitar a los empleados, clientes o proveedores. Escribir un epígrafe de agradecimiento de puño y letra del director puede ser un elemento memorable.
4. Mejor en grupo. A las empresas les interesa que el empleado sienta incentivos en el lugar de trabajo. Si como empresa te quieres sumar a esa tendencia, el obsequio puede ser un buen “pretexto” para crear vínculos emocionales con los equipos de trabajo. Se puede pensar en regalar “experiencias” que, de paso, generen una actitud positiva hacia la organización, como integrarlos a un programa de apoyo voluntario, o diseñar actividades que incluyan a la familia. Esto es el tipo de obsequio que incrementa la lealtad de un colaborador a su lugar de trabajo, menciona Olvera.
El obsequio, sin importar a quién se destine, debe generar una reacción favorable hacia los empleadores. ¿De qué sirve otorgar un libro de la compañía? , eso no despierta compromiso por parte del empleado.
Son el tipo de obsequios que debe reversar a un momento conmemorativo de la empresa, indica Maritza Olvera.