Autoridades financieras y bancos trabajan en una plataforma para conectar la información que existe en las bases de datos del Instituto Nacional Electoral (INE), del Servicio de Administración Tributaria (SAT), de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para tener una identidad única.
Mediante este instrumento se busca evitar fraudes como el robo de datos e identidad.
Fuentes del sector bancario consultadas por EL UNIVERSAL confirmaron que el objetivo es crear un número de identidad financiero y que puede estar listo antes de que termine 2018.
De acuerdo con las fuentes, el proyecto tiene gran avance y sólo resta definir quién será el encargado de su operación y el monto de inversión requerida, la cual será costeada por los bancos.
A la par, las inversiones en sistemas que por ley aplican los bancos para instalar lectores biométricos, principalmente de huellas dactilares, reforzarán la identificación de los usuarios y complementará la información que existe en las bases de datos.
Avances. El 30 de agosto pasado, el entonces secretario de Hacienda, José Antonio Meade, dijo ante analistas de la Moody’s que como parte de los esfuerzos de la actual administración, este proyecto de identificación de usuarios del sistema financiero sentará las bases para que en el país se avance hacia una economía digital.
México es uno de los países del G20 que más rezagado está en ese tema, al experimentar por años un debate entre las autoridades autónomas y las del gobierno de a quién le toca administrar el número de identidad única.