Trabajar para obtener un ascenso o el despunte de una empresa no es suficiente. ¿Ya sabes qué harás si lo logras? Muy probablemente no obtendrás el triunfo de manera fortuita, ya que casi siempre se logra trabajando duro.
Si has laborado día a día y ni te había pasado por la cabeza que la recompensa llegaría hoy, aquí te decimos cómo enfrentar la situación.
Evita sabotearte. En el camino al éxito pueden atravesarse temores a no estar preparado o a no poder cumplir con las responsabilidades adquiridas, por ejemplo. De forma detallada, psicólogos han identificado dos: el miedo al éxito y el miedo al fracaso. El primero se refiere a que algunas personas tienen tanto miedo al éxito que empiezan a sabotearse a sí mismas, al tiempo que intentan alcanzar la meta a perseguir. “Ellos evitan el comportamiento que derivaría en éxito”, explica Kent Christensen en un estudio de la Universidad Estatal de Arizona. Hay una “fina línea” entre ambos temores. Mientras los primeros trabajan hacia logros probables y se autosabotean, los segundos ni participan en actividades que pudieran llevarlos a triunfar.
Claridad en objetivos y metas. Es importante dejar claro los objetivos del nuevo reto o responsabilidad, así como las metas, asegura Nancy Luviano, gerente regional de reclutamiento y selección de Randstad México: “Es importante que a la gente le quede claro cómo logrará sus metas. Es importante claridad en los objetivos de ese nuevo reto o responsabilidad, porque muchas veces tú te frustras cuando no hay claridad”.
Cambio 360. Es importante contemplar que tal vez no sólo tu trabajo cambie, sino aspectos de tu vida personal, como residencia u horarios. Mentalízate y acomoda tus horarios, aconseja la experta en recursos humanos.
No te dejes intimidar por los reflectores. Un éxito laboral implica tener reflectores, influencias y poder, explica Juan Francisco Ramírez, director del Centro Mexicano de Programación Neurolingüística, pero el estar en esa posición también puede implicar que afloren miedos que incluso lleven a comportamientos en contra del beneficio de la propia persona.
“Cuando ya se está en esa posición la persona puede comportarse de manera azarosa que incluso influya negativamente sobre su desempeño. La gente puede preguntarse, ¿por qué esta persona no siguió ascendiendo? Puede ser que el individuo no opte por ese camino, o que opte, pero se comporte negativamente”, explica.
Obsérvate. El primer paso es observarse. Ahí podrás hallar si hay un miedo al enfrentar esta nueva responsabilidad. Alejandra García, directora de la escuela de coaching Cocrear, explica que primero hay que observarse auno mismo en tres dimensiones: emocional, corporal y lingüística, es decir, en cómo se reacciona a una situación, en este caso, a un éxito laboral. Tras checar estos aspectos, sigue la acción.
“Es importante que te observes, probablemente te darás cuenta de que tienes miedo, y vas a poder tomar una acción. ¿Qué acción? O controlo mi miedo y me aviento a tomar el puesto de mi jefe o veo que no tengo la preparación, por ejemplo, entonces me preparo para tomar el puesto o me doy cuenta que este miedo me dice que no tengo la capacidad, entonces mi acción sería rechazar la invitación”, afirma.
Si hay miedo, ubica por qué razón. Luego de detectar esta emoción, surgen varias preguntas. ¿Por qué tienes miedo? Las actividades que vas a realizar ¿has visto que otra persona las realiza?, ¿te consideras preparada o necesitas prepararte más? Ya que se detectaron las razones, la pregunta siguiente es: ¿Qué puedes hacer al respecto?
Estas preguntas suelen hacerse en una sesión con coach, explica García y se orientan a encontrar la raíz del miedo para superarlo.
Muchos temores, podrían provenir desde la infancia, afirma Ramírez. “Cuando una persona ha aprendido reglas rígidas de sí misma, situaciones como ésta hacen que afloren los miedos”, explica.
Organízate. Ya que tendrás ahora más responsabilidades, es importante organizarte. Siéntate en casa —ahí hay menos interrupciones y más tranquilidad— y piensa en una estrategia, porque si no lo haces, te perderás al sólo ejecutar tareas.
“Si no organizas tiempo y prioridades, sí te puedes llegar a perder”, explica la gerente de Randstad.
Sé honesto con tu equipo. Habla con tu equipo para que les digas son las metas y los objetivos y deja claros los tuyos. “Es importante que me vean como líder, pero también como parte del equipo, porque sin ellos yo no logró resultados. Y al final eso los motiva y crea fidelidad en el proceso”, explica Luviano.
Busca coaching. Es importante que una persona te guíe, porque va a aumentar tu ansiedad si tú no tienes un apoyo de tu líder. Por ello, busca consejos y guía, nadie nació sabiéndolo todo, afirma Nancy.
Busca capacitación. Enfrentar una posición de más responsabilidad suele exigir no sólo mayores conocimientos, sino una retroalimentación de colegas . “A veces las empresas dan por hecho de que estás listo, pero sí te tienen que mandar a capacitación. Eso te ayuda a minimizar la ansiedad”, ejemplifica.
Camina hacia la cima… diario. En el caso de una empresa, un éxito repentino y explosivo puede ser la “receta perfecta para el desastre”, si no se está preparado para ello, explica Maria Forleo, una afamada coach de negocios en Estados Unidos. “Un enorme flujo de clientes puede tirar abajo tu sitio de internet, estresar a tu equipo, puedes destruir tu marca. Este crecimiento requiere un equipo fuerte, una fundación sólida y habilidad para escalar”, afirma. Esto, se construye día a día.