Al cierre de 2017 las empresas pequeñas y medianas con el distintivo de Empresa Socialmente Responsable (ESR) en Querétaro aumentaron 10% para llegar a 40 en total, afirmó Lupita Ruiz Obregón, presidenta de la fundación Roberto Ruiz Obregón, encargada de gestionar las certificaciones en Querétaro. Esto se suma a las 18 empresas grandes que tienen el certificado, llegando a una cantidad de 58 empresas; sin embargo, el avance es aún lento, señaló.
A nivel nacional, 91 empresas gestionaron por primera este certificado en 2017, y fueron reconocidas a principios de 2018. En los 18 años que lleva en operación este distintivo, 871 empresas a nivel nacional lo han obtenido y renovado, de acuerdo al Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi).
De esta forma, el estado de Querétaro cuenta con 6.4% de todas las empresas que cuentan con esta certificación, mientras que como entidad aporta sólo 2.2% del PIB nacional de acuerdo al Inegi.
En México la cantidad de empresas que obtiene el certificado cada año crece de un 10 a 15%, aseguró Ruiz Obregón. Celebró el avance que hay en México pero dijo no ser suficiente: “Sí estamos avanzando, sí está habiendo compromiso por parte de las empresas pero no tan rápido como nosotros quisiéramos”, señaló.
Explicó que las empresas que llegan de Estados Unidos, Europa o Japón otorgan en sus países sueldos dignos, prestaciones, apoyo a sus trabajadores, compran bonos de carbono o realizan actividades en pro de la ecología, “aquí tristemente en México llegan y nada de eso hacen o muy poco”.
Dijo que es necesario que las empresas se comprometan con el tema ESR porque su impacto en la sociedad es muy grande. Aseguró que el benéfico de contar con el certificado es mayor al costo.
De acuerdo a la convocatoria de la Cemefi para 2018, la inscripción al proceso de ESR para una empresa pequeña cuesta 12 mil 500 pesos y para una empresa grande 45 mil pesos. Ruiz Obregón no consideró que el precio fuera pequeño, pero tampoco imposible para ser pagado por una empresa. Aceptó que puede ser más costoso para las micros, aunque aseguró que el valor de retorno es mayor.
El retorno de inversión al obtener el certificado tiene que ver con la imagen de la empresa y la fidelidad de los clientes, aseguró.
Al interior de la empresa los trabajadores están más contentos, sienten fidelidad con la empresa, tienen menos rotación, trabajan mejor y permanecen con la empresa en tiempos difíciles. Al promover la ética disminuye la merma dentro de la empresa. Además, los empleados tienen formas nuevas de relacionarse con su familia a través de las actividades de impacto comunitario que la empresa realiza.
De forma externa es un plus para ser proveedores de empresas grandes, además de que mejora la imagen corporativa.
De acuerdo a la Cemefi, la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es una forma de gestión y de hacer negocios, en la cual la empresa se ocupa de que sus operaciones sean sustentables en lo económico, lo social y lo ambiental, reconociendo los intereses de los distintos grupos con los que se relaciona.
Las empresas deben de demostrar cuáles son las políticas, procedimientos, códigos, reglamentos y evidencias de acción que avalan el cumplimiento de estos principios. Se pueden valer de consultorías que acrediten las acciones de la empresa. Por ejemplo, la Secretaría del Trabajo puede avalar la parte de empresa incluyente, dijo.
El distintivo ESR no es el único que prueba el buen desempeño social y ambiental de una empresa, también existe el ISO2600, Pacto Mundial, Objetivos del Desarrollo Sustentable e Informes de Sustentabilidad, comentó.