“Desde niño quise ser emprendedor y tener mi propio negocio”, señala de forma contundente Jesús Alejandro Palomo Ángeles, de 23 años.

Es originario de Pachuca, Hidalgo, pero migró a la capital queretana hace cinco años con la convicción de estudiar la carrera de Ingeniería en Tecnologías de la Información y Comunicación en la Universidad Tecnológica de Querétaro.

A pesar de su edad, Jesús ya tiene su propia empresa de desarrollo de tecnología y actualmente se encuentra en la fase de validación y desarrollo de una aplicación móvil que facilitará el pago de productos y servicios en negocios pequeños y medianos sin la necesidad de traer a la mano tarjetas de crédito o dinero en efectivo.

Con su aplicación se resolverán diversas problemáticas que presentan estos negocios que no cuentan con una tecnología para hacer estas transacciones debido a que resulta incosteable para muchos de ellos.

“Muchos establecimientos pequeños y medianos no cuentan con una terminal de pago porque les piden un alto volumen de ventas para reducir la comisión, además necesitan un dispositivo e internet y tienen que pagarle al banco una renta mensual, pero con mi aplicación no necesitarían de todo esto para poder aceptar pagos con tarjeta de crédito, sólo les cobraría una comisión”, dijo.

Cuenta que esta idea se le ocurrió porque como usuario y cliente no le gusta cargar con efectivo o con tarjetas de crédito por cuestiones de seguridad, por ello pensó que sería muy cómodo poder pagar en la tiendita de la esquina aunque no llevara consigo estas formas de pago. “Ahora es muy práctico hacer todo online”, señala.

Su convicción por emprender tiene un origen; recuerda que en su infancia, cuando estudiaba la primaria, vio la oportunidad de vender artículos escolares de primera necesidad entre sus compañeritos de la escuela y es que a más de uno siempre se le perdía un lápiz, una pluma, una goma para borrar o un sacapuntas.

Ya en la secundaria y gracias a las enseñanzas de su abuelita decidió cambiar de producto y vendió congeladas de fruta natural. Fueron todo un éxito. “Mi abuelita tenía la mentalidad de emprendedora; me enseñó varias cosas de cocina. En la secundaria vendí congeladas con fruta natural, se me vendían muy bien”.

“En algún momento una persona de Querétaro se presentó en la prepa donde yo estudiaba y nos comentó sobre el crecimiento exponencial que estaba teniendo Querétaro, que había mucho campo laboral, que había mucho potencial de establecerse aquí para el crecimiento personal”.

Se despertó su curiosidad por conocer más sobre la ciudad, sobre su oferta educativa, cultural e incluso de entretenimiento y no lo dudó, estaba convencido de estudiar en Querétaro. Sus padres apoyaron su decisión y sin más inició su aventura en la Universidad Tecnológica de Querétaro.

Dice que ser emprendedor no es fácil; es necesario tener disciplina, perseverancia, confianza en sí mismo y en el proyecto. Muchas han sido las dificultades a las que se ha enfrentado para luego sobreponerse, pero aun así sigue teniendo claros sus objetivos.

Jesús estima que será a principios del próximo año iniciará cuando inicie operaciones la aplicación que está desarrollando.

“Me veo en todos los negocios de Querétaro, creciendo con la economía local para que tengan la posibilidad de aceptar pagos con tarjeta, incluso de extranjeros para ser más globales y de alto impacto”, concluye.

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