Aunque sólo 20% de los empresarios mexicanos planean invertir en investigación y desarrollo en los próximos 12 meses, según el indicador International Business Review (IBR) de la consultora Grant Thornton, entre las pequeñas y medianas empresas del país existen medidas alternas para innovar continuamente sus procesos, productos y mercadotecnia.
El socio de Salles Sainz Grant Thornton, Mario Ruizo, explica que las prácticas empleadas para mejorar continuamente los procesos, bienes y servicios en pymes son retroalimentarse, imaginar, experimentar y dejar la zona de confort.
Las pymes, dice, apuestan a la creatividad e intuición para contrarrestar la falta de inversión para innovar. Otras herramientas que permiten desarrollar este proceso, de acuerdo con el asesor, son:
1. Retroalimentación. Los clientes, personal, proveedores y demás usuarios de productos o servicios son la fuente más importante para innovar, porque son quienes demandan nuevas propuestas a sus demandas.
Mantener la mente abierta y la atención al cliente puede ser el canal más valioso para identificar oportunidades inmediatas de mejoras y cambios.
2. Experimentar. Quienes aspiren a innovar no deben paralizarse por el miedo a fracasar. Las empresas más sólidas y rentables, que permanecen competitivas, no son aquellas que nunca fracasaron, sino las que continuamente se están reinventado y buscan nuevas alternativas para mejorar sus operaciones. Esto es un concepto que se debe inculcar en el equipo.
3. Salir de la zona de confort. Mantenerse inconformes con los resultados obliga a pensar en acciones para corregir errores y explorar otras formas de responder a oportunidades de negocio-entorno.