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El gobierno de Estados Unidos (EU) anunció el inicio de negociaciones con México y Cuba para revisar los límites marítimos en el Golfo de México entre los tres países, con miras a aprovechar los vastos recursos energéticos que se estima existen en esa región.
La embajada de Estados Unidos en México difundió un comunicado de la Casa Blanca informando que el vicepresidente de ese país, Joseph Biden, anticipó al presidente Enrique Peña Nieto la determinación de establecer conversaciones con los gobiernos de Cuba y México para abordar el tema no resuelto de la frontera marítima en el Golfo de México.
El interés surge luego de que el presidente estadounidense Barack Obama anunció este miércoles el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la isla.
La decisión abriría, según especialistas, la posibilidad de que los tres gobiernos desarrollen el espacio estratégico del Golfo de México (aproximadamente 1.8 millones de kilómetros cuadrados) que albergan un potencial energético, cuya explotación equivale a miles de millones de dólares anuales que se dividirán México, EU y Cuba.
Tentativamente, de acuerdo con el Departamento de Exploración y Producción de la Industria Petrolera Cubana, la isla dispone de provincias petroleras con un potencial estimado en 20 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente.
Gustavo Hernández, director de Pemex Exploración y Producción (PEP) calcula que México tiene recursos prospectivos en las llamadas aguas profundas del Golfo de México por 26.6 mil millones de barriles más 500 millones en la Plataforma Yucatán.
Hasta ahora, la delimitación de esa zona carece de una normativa legal, lo que se resolvería con un acuerdo entre los tres gobiernos, ante la posible exploración de hidrocarburos en los llamados yacimientos transfronterizos en donde México tiene el 83% de las reservas de crudo y el 33% de las de gas tan sólo en el área fronteriza con EU, de acuerdo con datos de Pemex.
En este nuevo escenario, se están conjugando dos factores trascendentales: la reforma energética en México, que va a permitir a la iniciativa privada explorar y desarrollar hidrocarburos en aguas territoriales mexicanas, y la reanudación de las relaciones diplomáticas Estados Unidos-Cuba, que en su momento permitirían explotar los campos petroleros cubanos, considerando que en ese país la posible zona productora está dividida en 59 bloques de exploración abierta a empresas extranjeras.
“Se abre la posibilidad con estos cambios de que los tres países operen de manera conjunta la explotación de todo el Golfo de México, sólo con los límites legales que cada país quiera establecer, aunque todo es negociable”, dijo Miriam Grunstein, académica del Centro México Rice University.
El comunicado de la Embajada del vecino país señala que “los EU están preparados para invitar a los gobiernos de Cuba y México a negociar las fronteras marítimas compartidas en el Golfo de México”.
Actualmente, los acuerdos previos entre EU y Cuba delimitan el espacio marítimo entre ambos países en una extensión de 200 millas náuticas de las costas.
Los tres países, según el documento, extendieron la plataforma en un área dentro del Golfo, “pero aún no delimitan frontera alguna".
El año pasado el Senado estadounidense aprobó el Acuerdo México-EU en materia de Yacimientos Transfronterizos de Hidrocarburos en esta vasta región como parte de las negociaciones del presupuesto federal.
En febrero del 2012, ambos países establecieron el marco legal para la administración de la región limítrofe a fin de explotar comercialmente las reservas de petróleo y gas, más allá de lo que se conoció originalmente como el “Hoyo de Dona”.
De hecho, las leyes secundarias de la reforma energética mexicana establecen una participación obligatoria de Pemex o de otra empresa productiva del Estado para los proyectos de exploración y extracción de los yacimientos transfronterizos.
De acuerdo con la Ley de Hidrocarburos en el artículo 17, la participación obligatoria de Pemex será de al menos 20% de la inversión prevista en los contractos para los yacimientos fronterizos, que sea en la frontera norte con EU o la del sur con Guatemala.
“La determinación de la Secretaría de Energía deberá ser manifestada a los interesados en las bases del procedimiento de licitación y adjudicación del contrato”, precisa el artículo.