Menos de 20 días transcurrieron en el año y el Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó en dos puntos porcentuales el pronóstico de crecimiento de México para 2016 y 2017.
El crecimiento anémico mundial, el dólar fuerte, la baja del petróleo y la desaceleración de China fueron los principales factores que afectaron al panorama económico del país, a tasa de 2.6% este año y 2.9% el próximo.
La nueva proyección del FMI sitúa el crecimiento del PIB mexicano en la parte baja del intervalo que prevé el gobierno federal. La Secretaría de Hacienda anticipa una expansión de entre 2.6% y 3.6% en 2016.
Al presentar la actualización de las Perspectivas de la Economía Mundial (WEO, por sus siglas en inglés), el organismo recomendó a los países exportadores de materias primas como México, recortar el gasto público y hacerlo más eficiente para adaptarse a la caída de ingresos fiscales.
También sugirió fortalecer a las instituciones fiscales e incrementar los recursos no relacionados con las materias primas.
El FMI destacó que la flexibilización del tipo de cambio es una herramienta importante para amortiguar los embates externos; sin embargo, advirtió que es necesario vigilar el impacto de la depreciación en balances del sector público y privado, y en la inflación.
La institución recortó dos puntos porcentuales al crecimiento mundial. Espera que el PIB global avance 3.4% este año, y 3.6% el próximo.
El enfriamiento de la economía china y la recesión en Brasil, fueron los principales elementos que impactaron en la revisión de cifras a la baja.
Gris panorama. Luego de que el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, advirtiera que los mercados emergentes deben estar preparados para un choque “potencialmente grave”, aunado al recorte en las proyecciones de crecimiento del FMI, analistas reconocieron que se conforma un escenario difícil para la actividad global que puede derivar en la denominada tormenta perfecta.
“Hoy el riesgo de una tormenta perfecta a escala global es mayor y los mercados lo están reflejando, por eso hay tanta volatilidad”, comentó Marco Oviedo, economista en jefe de Barclays México.
“Se está deteriorando mucho el panorama. El problema es que todavía falta ver hasta dónde llega, por ejemplo, el precio del petróleo, si tocó piso o si va a seguir cayendo más, y en el caso de China, quizá la desaceleración de su economía sea más fuerte de lo estimado”, agregó el especialista.
Ernesto O’Farril, director de Bursamétrica, dijo que aún no se puede hablar de una tormenta perfecta, pero admitió que se trata de un escenario donde se están cuestionando las perspectivas de crecimiento mundial.
“Digamos no es una tormenta perfecta que implique una crisis financiera o fuga de capitales masiva, pero si se está poniendo en entredicho las expectativas de crecimiento que se tenían en el mundo”, advirtió O’Farril.
El economista en jefe de Deutsche Bank en México, Alexis Milo, dijo que se esperaba que el FMI recortara las previsiones económicas mundiales, pero reconoció que ahora el mayor riesgo y temor es que Estados Unidos no crezca al ritmo que se espera.
“Un escenario donde EU no creciera es negativo para el mundo, pero sobre todo para México porque la recuperación debe de venir de la demanda externa, si no se fortalece dudo una mejoría fuerte”, dijo Alexis Milo.