La Comisión Federal de Telecomunicaciones determinó que México atraviesa un momento único para el mercado de las telecomunicaciones inalámbricas y cuatro cambios podrían acelerar rápidamente la penetración y el uso de la telefonía móvil, de acuerdo con el documento “Opciones regulatorias para el uso óptimo de la banda de 700 Megahercios (MHz)”.
La transición desde los servicios móviles de voz a los de datos móviles acaba de empezar. Los analistas estiman que el consumo de datos móviles creció a un ritmo del 200-300% entre 2010 y 2011 en México. Durante los próximos 10 años, el consumo continuará creciendo drásticamente, indica.
El precio medio sin subvencionar de un “smartphone” en América Latina se sitúa hoy alrededor de los 280 y 300 pesos.
Sin embargo, según Strategy Analytics, en 2016, más de una cuarta parte de los teléfonos inteligentes tendrá un precio al mayoreo por debajo de los 100 pesos, de manera que mejorará radicalmente la asequibilidad. Esto permitirá un mayor crecimiento de los servicios de datos móviles.
El despliegue a escala de las redes de nueva generación LTE1 (llamadas redes 4G) reducirá el costo de la prestación del servicio de banda ancha móvil mientras que mejorará la calidad del servicio, aseguró la Cofetel.
El cuarto cambio es la transición de la televisión analógica a la digital en México, ya que estará disponible un amplio bloque de espectro en la banda de 700 MHz para el uso en redes móviles.
Este espectro tiene la clara ventaja de proporcionar un radio mayor de célula (por ejemplo, 3 a 4 veces el área de cobertura de 2.6 GHz) y de requerir menos sitios para cubrir un área dada.
Como consecuencia, el espectro de 700 MHz mejora los aspectos económicos de prestación del servicio y dará como resultado una mayor capacidad inalámbrica, según el informe.
Estas tendencias aumentarán el acceso y la asequibilidad de los servicios inalámbricos en México. Como consecuencia, se prevé además una mejora global de bienestar público, impulsada desde el sector de las TIC y las telecomunicaciones (caracterizada por un incremento en el PIB, mayor creación de empleo y el aumento de un excedente del consumidor).
