Ante las restricciones a las que se enfrenta el presupuesto, el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade, advirtió del peligro de caer en el falso debate de incurrir en mayor deuda para crecer.

“Esto pone en perspectiva cuáles son las restricciones para construir un presupuesto, pero también tenemos claro cuáles son las consecuencias de salirnos de estas restricciones. Hay quienes plantean en ocasiones el falso debate de que el presupuesto nos permite escoger entre estabilidad contra crecimiento”, dijo.

Durante la inauguración de la nueva sala de la banca de desarrollo en el Museo Interactivo de Economía (Mide), explicó que eso significa que “hay quien piensa que está vinculado o asociado a más deuda”, y se puede generar más crecimiento y preocuparnos menos por la estabilidad.

Alertó que cuando se hace una asignación de recursos escasos y se pretende por la vía de la deuda darle vuelta, con las restricciones del presupuesto el resultado no sólo es una mala retribución de recursos sino un “mal resultado en el bienestar”.

Meade hizo ver que pocas decisiones en materia económica tan relevantes como el presupuesto que habrá de regir en lo económico en 2018, están sujetas a tantas restricciones.

“Tenemos restricciones políticas, contractuales y decisiones legales”, dijo.

En medio de esas restricciones vamos a tomar decisiones que proponemos al Congreso de cómo el presupuesto debiera ser reestructurado, señaló el secretario.

Destacó que el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) de 2018 es de 5.2 billones de pesos, de los cuales, 1.5 billones se destinan a participaciones y aportaciones federales para las entidades y municipios.

El funcionario expuso que una obligación legal del gobierno federal es transferir a los estados participaciones con cargo a las facultades tributarias a las que renunciaron, con el ánimo de coordinarse con la Federación y que se les devuelve como recursos de libre disposición.

José Antonio Meade indicó que esos recursos explican casi 30% del presupuesto. En tanto que más o menos 1.5 billones de pesos se va al pago de pensiones y al costo financiero de la deuda.

Destacó que sólo un billón de pesos está bajo el control del gobierno federal y de eso, la mitad es para educación y seguridad. Otro billón es para gasto del IMSS, ISSSTE, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex).

Economía despetrolizada. Después, en entrevista, Meade afirmó que por primera vez se entregarán finanzas sanas y una economía que no depende de los ingresos petroleros.

“Este gobierno va a heredar una situación de finanzas públicas cualitativamente mucho más sanas del que nunca había tenido México”, señaló.

El secretario explicó que este año tendrán una dependencia del petróleo de menos de 16% de los ingresos públicos, cuando en 2012 la proporción era de 36%.

Meade detalló que eso implica que los ingresos públicos provendrán de una fuente más estable, más permanente y estructuralmente más sana, y cada vez menos de un ingreso más volátil como el petróleo.

Dijo que por primera vez se entregarán finanzas públicas con un superávit primario y con una trayectoria de deuda decreciente.

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