México enfrenta un problema serio en materia de gas natural, las reservas probadas con las que actualmente cuenta el país solo permiten satisfacer la demanda de los próximos 7.3 años, a los niveles de extracción actual.
De acuerdo con el Programa Sectorial de Energía 2013-2018, presentado por la Secretaría de Energía (Sener) el pasado 13 de diciembre, lo anterior se desprende de las evaluaciones realizadas a las reservas petroleras de nuestro país realizadas por las empresas internacionales Ryder Scott Company y De Golyer and McNaughton a petición de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Por ello, la dependencia plantea acelerar el crecimiento de la producción de este combustible y la velocidad de desarrollo de nuevos campos productores durante esta administración.
Dadas las circunstancias, tanto la Secretaría de Energía como Petróleos Mexicanos tienen prevista una reducción de la producción de gas de 4.3% entre 2013 y 2018, para evitar un mayor deterioro de las reservas y mantener importaciones provenientes de Estados Unidos.
De esta forma, la producción de gas (libre de nitrógeno y bióxido de carbono) pasaría de 5 mil 666 millones de pies cúbicos diarios promedio previstos al cierre de este año a 5 mil 421 millones de pies cúbicos al día al cierre de la presente administración.
En el balance realizado por Sener en materia de gas, se argumenta que el último par de años, la producción nacional de gas natural ha presentado una disminución debido principalmente a que se han orientado recursos a proyectos de exploración y producción de petróleo, los cuales representan un mayor beneficio económico en comparación con los proyectos de gas natural.
El reportaje Ejecutivo de Pemex Exploración y Producción correspondiente al 15 de diciembre del 2013, señala que entre 2009, cuando se obtuvo el máximo nivel de extracción de gas (6 mil 534 millones de pies cúbicos por día), y el promedio alcanzado hasta la fecha del reporte (5 mil 788 millones de pies cúbicos al día), la producción del hidrocarburo registró una disminución del 11.4%.
Esta menor competitividad de los proyectos de extracción de gas natural es resultado por una parte, de los bajos precios del gas natural en la región de Norteamérica, presionado por el fuerte crecimiento en la producción de gas no convencional en los Estados Unidos, y por otra parte, debido a los altos precios del petróleo en el mercado internacional.
Paralelamente, en la última década la demanda de gas natural en el país se ha incrementado de manera sostenida, debido a diversos factores entre los que destacan: el precio de venta de primera mano vinculado al mercado de Norte América; las ventajas de eficiencia sobre los procesos industriales y la generación de más electricidad; y los altos precios del petróleo y sus derivados.
Según los Indicadores Petroleros correspondientes a octubre del 2013, documento que Pemex edita mensualmente para dar a conocer sus principales resultados operativos, la demanda de gas creció 13.8% entre 2008 y octubre de este año.
Esta mayor demanda de gas natural, aunada a la disminución en la producción nacional, ha derivado en el incremento en las importaciones, lo que a su vez dificulta el abastecimiento de este combustible, principalmente en la zona centro-occidente del país, por las limitaciones en la capacidad de importación y transporte de gas natural.
Esto ha llevado a comprometer la flexibilidad operativa del Sistema Nacional de Gasoductos (SNG), así como a recurrir a mayores importaciones de gas natural licuado, con el consecuente incremento en costos.
Pemex reporta en sus indicadores petroleros que las compras externas se gas se han disparado de 447.1 millones de pies cúbicos diarios en 2008 a mil 310 millones a octubre de este año.
La dependencia prevé que para 2014 continúen llegando al país embarques, vía marítima, de importaciones de gas y se espera que sea a las terminales de Manzanillo y Altamira.
Aunado a estos problemas, Sener reconoce que en materia de transporte de gas, si bien desde 1996 el desarrollo de nueva infraestructura ha recaído en el sector privado, la mayoría de los proyectos para cubrir las necesidades específicas de Petróleos Mexicanos y de la Comisión Federal de Electricidad, han sido auspiciados por ellos mismos.
No obstante, el incremento de la infraestructura de transporte ha sido insuficiente para atender oportunamente el aumento de la demanda de gas natural, que deriva de las políticas de sustitución de combustóleo por gas natural, así como de la disminución en los precios relativos del gas natural en Norteamérica.
Actualmente, estas limitaciones en infraestructura tanto de transporte como de importación de gas natural, han provocado, que desde el año 2012 el Sistema Nacional de Gasoductos enfrente condiciones críticas de operación derivadas del exceso de extracciones del hidrocarburo en proporción a las inyecciones.
Lo anterior se ha tradujo en la declaración de “alertas críticas”, que afectaron el suministro en regiones alejadas de los puntos de producción o importación (principalmente en el centro-occidente del país), lo que incluso obligo a grandes consumidores a reemplazar el uso del gas natural por combustibles de mayor precio, o bien, a limitar su consumo.
Para atender la problemática en el abasto de gas natural, a mediano y largo plazo, Sener señala que actualmente se encuentran en desarrollo proyectos de transporte que permitirán aumentar la capacidad de importación de gas natural desde los Estados Unidos, lo cual contribuirá a diversificar las fuentes de suministro.
Añade que para dar sustentabilidad al abastecimiento oportuno de gas natural, se requiere propiciar un mayor involucramiento del sector privado en la construcción de la infraestructura, que contribuya a alcanzar la seguridad energética en el mercado de este combustible.
En su programa sectorial, la dependencia fijó la estrategia 1.5, que consiste en incrementar la producción de gas natural seco y húmedo; acelerar el crecimiento de la producción de gas natural y la velocidad de desarrollo de nuevos campos productores; identificar e implementar la mejor tecnología de extracción en yacimientos convencionales y no convencionales, buscando maximizar el factor de recuperación y el valor económico; y, impulsar el aprovechamiento de gas asociado a yacimientos de carbón mineral.