Sin grandes campañas publicitarias y sin ofrecer descuentos, las automotrices japonesas Suzuki, Subaru y Mazda lograron incrementar sus ventas este año apostando únicamente a la calidad de sus vehículos.
El mercado automotriz mexicano lleva seis meses seguidos de caída en ventas; sin embargo, Suzuki las ha incrementado 24.5% de enero a noviembre; Subaru 18.8% y Mazda 0.7%.
Las tres compañías apostaron a motores eficientes, diseño, seguridad y un ligero aumento de precios.
David Hernández, director comercial de Suzuki, dijo que las marcas japonesas tienen varios elementos en común, pero el crecimiento de las marcas chiquitas se debe a que no cayeron en la guerra de precios.
“Ninguna ha entrado al festival de descuentos. Nissan, General Motors, Volkswagen y las grandes dan descuentos de 75 o 90 mil pesos en camionetas, el descuento más pequeño de Honda es de 35 mil pesos y el público no es tonto”, dijo el directivo.
Suzuki ofrece motores pequeños pero con potencia y buen rendimiento: el Ignis rinde 21.8 kilómetros por litro, seis bolsas de aire; y en noviembre, en lugar de dar descuentos lanzó un seguro gratis contra robo de autopartes, con el cual si se despojan unos rines de 26 mil pesos, el cliente sólo paga 990 pesos en la agencia.
Su modelo más vendido es el Swift, del cual acaban de lanzar la versión con motor turbo.
“Al Swift le ha ido muy bien con sus seis bolsas de aire, el Ibiza nuevo tiene sólo dos y el público es muy demandante”, apuntó David Hernández.
Este año, Suzuki aumentó sus precios entre 1.5% y 3%, cuando el promedio de la industria fue de 7%.
Importar autos de Japón les permitió no estar tan expuestos al tipo de cambio peso-dólar.
Estrategia de comercialización. En el caso de Subaru, la compañía cambió su estrategia de comercialización y adaptó su gama de autos.
La marca se dejó de importar a través de Grupo Galería, los operadores de IHop y Carl’s Jr, para tener una representación directa en México; y abrieron su centro de refacciones en Cuautitlán, Estado de México.
Luis Adrián Cruz, gerente nacional de Ventas de Subaru, dijo que 2016 fue el peor año en ventas de la marca con caída de 29%, pero este año, con el nuevo esquema de comercialización y renovación de la gama de vehículos, le apuestan a clientes que conocen la marca.
“Le vendemos a segundos compradores que conocen la marca, valoran la tecnología y la seguridad”, expuso.
“Adecuamos el producto al mercado mexicano porque estábamos ofreciendo equipamiento como un calentador de volante que tal vez en Mérida no servía”, comentó el gerente.
Subaru ofrece sistema de tracción en las cuatro ruedas similar al de Audi, motores Bóxer como los de Porsche, seis bolsas de aire y sus modelos tienen cinco estrellas de seguridad.
Gerardo San Román, gerente para Latinoamérica de JATO Dynamics, explicó que “los descuentos de las grandes marcas le pegan al valor residual del auto. Si de 200 mil bajas a 180 mil, en dos años, el auto vale 25% menos”.
“Hoy si tratas de encontrar un Suzuki usado, o un Subaru o un Mazda CX5, no hay”, indicó.
Además, dado que 70% de las ventas de autos en el país son financiadas, el consumidor mexicano está dispuesto a pagar una mensualidad más alta por un mejor producto.
Mazda también apostó al diseño, acabados, a ser una marca aspiracional y a motores eficientes con el sistema Skyactiv, el cual ofrece mayor rendimiento de combustible.
El año pasado, Mazda vendió 54 mil 855 unidades, 4.4% menos que en 2015, pero en este ejercicio ha logrado mantenerse arriba de las 48 mil unidades, por lo que prevé cerrar con un nivel similar al de 2016.
A diferencia de las japonesas, armadoras como Ford, General Motors y Volkswagen llevan una caída acumulada en ventas a noviembre de 15%, 14% y 6.2%, respectivamente, de acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).