En 2012, Pemex Refinación no pudo comprobar la entrega de productos petrolíferos —como gasolina Magna, Premium, Diésel y otro derivados del petróleo— que se transportaron en 13 mil 179 viajes de carro tanques.
De acuerdo con el Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2012 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), se desconoce el volumen realmente entregado entre clientes de la paraestatal y existe incertidumbre en la conclusión de los viajes aun cuando se pagaron 441.3 millones de pesos por el flete correspondiente.
El volumen de petrolíferos perdido asciende a mil 80 millones de litros, equivalentes a 8 mil 805 millones de pesos, según el informe del organismo fiscalizador.
Cita que la entidad fiscalizada “no se asegura de que su personal conozca y acate las disposiciones oficiales que den confiabilidad y certeza jurídica a su aplicación".
Encontró por ejemplo, que 173 contratos por auto tanques y cinco por carro tanques estaban desactualizados por estas razones.
El organismo fiscalizador concluyó que el dictamen de la auditoría practicada a Fletes Terrestres para Petrolíferos es “negativo”, pues Pemex Refinación, “no cumplió con las disposiciones normativas en la gestión financiera de las erogaciones de fletes terrestres para la distribución de productos petrolíferos”.
Además, formalizó cinco contratos con dos empresas cementeras para la venta de coque (combustible sólido) con una vigencia de 20 años y a un precio 835.1% menor del que rigió en el mercado internacional al cierre del ejercicio, lo que pudo provocar pérdidas por mil 122 millones de pesos.
Si la empresa paraestatal hubiese comercializado el energético a precio de mercado, se habrían podido captar ingresos por mil 122 millones de pesos, explica el informe de la ASF.