El tema laboral es otro de los asuntos que dificulta la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), porque los legisladores demócratas estadounidenses empujan integrar a la discusión cambios que incidan en la legislación mexicana.
La discusión tiene que ver con la posibilidad de que se incorporen al acuerdo textos para permitir que un país pueda pedir el establecimiento de un panel de controversias cuando encuentre violaciones laborales en alguno de sus socios, aun y cuando no haya afectaciones al libre comercio.
De acuerdo con fuentes, se trata de “relajar” el estándar actual para determinar la existencia de una violación a los derechos laborales aún y cuando no esté ligada al comercio.
Al respecto, el titulat de la Secretaría de Economía, Ildefonso Guajardo, dijo que “el movimiento laboral norteamericano quiere meter un lenguaje más fuerte donde prácticamente cualquier violación sistemática permanente tenga o no relación con el comercio internacional sea parte del mecanismo de solución de disputas”.
La complicación está en que un conflicto laboral municipal puede denunciarse aun y cuando no tenga que ver con el comercio exterior. Por ejemplo, dijo el funcionario, que si un sindicato de basureros de un municipio no defiende los derechos laborales de manera permanente que afectan la recolección, aun y
cuando no tenga impacto comercial, puede denunciarse.
Pero “los demócratas, siempre con asociaciones muy cercanas a los sindicatos, querían seguir empujando un capítulo laboral más fuerte para incidir en los temas de la legislación mexicana”, advirtió.
Estados Unidos perdió recientemente un caso contra Guatemala durante el acuerdo comercial con Centroamérica por el que acusó la existencia de una violación laboral, al no poder probar que tenía relación con el comercio exterior y por eso ahora pretenden que no necesariamente tenga que ligarse a afectaciones de importación o exportación.