El eclipse de este lunes, la renuncia del estratega del presidente Trump, Steve Bannon, el conflicto de Estados Unidos con Corea del Norte y las muertes en Charlotte por temas racistas acapararon la atención de los principales programas de televisión y de las primeras planas de los medios del país. Para el TLCAN fueron pocas las menciones y los espacios.
Si acaso, el miércoles, en la inauguración de la primera ronda de estos encuentros, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte logró atraer la atención de televisoras y periódicos.
En Estados Unidos hay otros temas más importantes, al menos es lo que se refleja en los noticiarios matutinos y vespertinos.
Las muertes en Charlotte por asuntos raciales y la consecuente salida de las compañías del consejo empresarial que creó el presidente Donald Trump acapararon la atención del público.
En el segundo día de labores surgió otro asunto que atrajo el interés público: la renuncia del estratega de la Casa Blanca, Steve Bannon.
El poco entusiasmo de los estadounidenses por el tema fue evidente. Sólo dos o tres medios especializados de este país estuvieron en la sede de la renegociación.
En el lugar donde se llevaron a cabo los trabajos de la primera ronda de negociaciones, las delegaciones de México Canadá y Estados Unidos paseaban por los pasillos.
Pero la mayor afluencia de funcionarios de los tres países se vio en los tres primeros días de la renegociación; el sábado se redujo la participación y el domingo parecía desierta la zona.
Entre los representantes del sector empresarial se observó el mayor interés sólo en el primer día de trabajo, aunque en los subsecuentes lograron verse representantes de la iniciativa privada mexicana y canadiense por los pasillos.
Los más activos fueron cabilderos estadounidenses y especialistas de comercio exterior que se acercaron al hotel sede en busca de claridad sobre las propuestas que pondrían en la mesa los tres países.
El domingo, el quinto día de renegociación, los pasillos lucían vacíos. Por momentos se lograron ver a las cabezas negociadoras de cada país, quienes poco a poco abandonaron el hotel hasta dejarlo solo, alrededor de las 3:00 de la tarde.
Sin embargo, las últimas sesiones cerraron los trabajos alrededor del mediodía. Lo único que mantuvo a los jefes negociadores en el hotel sede fue la redacción del primer comunicado trilateral con el que se daba fin al primer encuentro.
Los escasos representantes del sector privado en el lobby central enviaron sus últimos reportes para regresar a sus respectivos países. Alrededor de las 6:00 de la tarde ya no había nadie, si acaso algunos funcionarios, quienes regresaron por sus maletas para dirigirse al aeropuerto. El primer round terminó. La próxima parada es en México, del 1 al 5 de septiembre.