Aunque es prematuro para hacer una evaluación, se prevé que los posibles impactos económicos del sismo del pasado 19 de septiembre sean marginales y temporales, coincidieron analistas económicos consultados.
Los cuatro estados afectados (Ciudad de México, Estado de México, Morelos y Puebla) por el fenómeno participan con aproximadamente 30% del PIB nacional, lo que no es poca cosa, pero también pareciera que las afectaciones en su infraestructura productiva no son tan importantes, dijo Luis Adrián Muñiz, analista económico de Vector CB.
Sin embargo, todavía es muy prematuro hacer cálculos porque hay que evaluar cuánto tiempo van a prevalecer las afectaciones. Por ejemplo, hay que ver qué tanto se paraliza la actividad económica cuántos días se dejan de laborar.
Esta afectación ha sido más evidente en la actividad gubernamental y escuelas que en el sector privado, agregó el especialista.
Lo que sí vimos en los mercados financieros, sobre todo en el tipo de cambio, es que el peso se depreció un poco de forma temporal, ubicándose la cotización spot del dólar arriba de 17.80 pesos después del sismo, debido a la percepción (sobre todo hacia afuera), de que las cosas se pueden complicar, comentó James Salazar, analista económico de CI Banco
Por otra parte, no se ha registrado ninguna reacción en los precios del mercado, en todo caso habrá que esperar, comentó Carlos Ponce, director de análisis de grupo financiero Ve por Más.
“Parece que los precios sobre energéticos no van a reaccionar mucho, a diferencia de fenómenos naturales, como los huracanes, que sí afectaron el precio del suministro de gasolinas importadas; hay que ver cómo se reportan los daños. Me mantendría en reserva y a la espera de lo que pueda haber” dijo Muñiz.
Carlos Ponce destacó potenciales impactos por el sismo en determinados sectores. Algunas implicaciones negativas serán en el sector de aerolíneas y aeropuertos, con la cancelación de vuelos, el sector hotelero; carreteras con un menor tránsito, y las aseguradoras por el pago de pólizas.
Ponce dijo que no todo necesariamente será negativo, pues también habrá implicaciones positivas para algunos sectores, como la industria del cemento y viviendas, debido a la mayor demanda de construcción; así como mayor venta en los sectores de alimentos, bebidas y el comercio en general por un abasto preventivo.
A las primeras que le termina pegando el sismo es a las aseguradoras; sin embargo, después puede generar un efecto positivo en términos de la reconstrucción; la mayoría de los edificios que se cayeron o sufrieron daño requerían modernización. El hecho que se vaya hacer una reconstrucción con mayor valor agregado puede impulsar el sector en el mediano plazo, afirmó Salazar.
No afecta calificación
El analista soberano de Moody’s en México, Jaime Reusche, dijo que aunque el terremoto ocasionó daños y pérdidas humanas es pronto tener estimados de las afectaciones económicas. Sin embargo, destacó que no esperan que los incidentes que genere el terremoto degraden el escenario base que soporta la calificación A3 de México.
“Aun si los daños resultaran mayores a los esperados, el actual perfil crediticio soberano de México es más robusto para enfrentar todo tipo de choques. No esperamos que este evento afecte negativamente la perspectiva crediticia del país”, dijo.